La OTAN está probando unos misteriosos zepelines en la costa de Portugal para cambiar para siempre la guerra naval
La vigilancia en el vasto y complejo dominio marítimo se ha convertido en una prioridad estratégica para la OTAN, que ahora explora en los cielos de Portugal una solución tecnológica tan innovadora como inesperada. Se trata de un singular dirigible autónomo no tripulado, propulsado por hidrógeno y con un tamaño similar al de un autobús urbano, diseñado para ofrecer una visión detallada y persistente de lo que ocurre sobre las aguas. Esta búsqueda de nuevas plataformas de vigilancia responde a un escenario global donde potencias como Rusia han desplegado "satélites asesinos" capaces de monitorizar otros activos en diferentes dominios.
De hecho, este aparato presume de unas capacidades técnicas notables. Con una eslora de aproximadamente 12 metros, es capaz de mantenerse en el aire durante 12 horas ininterrumpidas, cubriendo un área con un diámetro de 300 kilómetros. Su principal ventaja táctica y medioambiental reside en su capacidad para operar de forma completamente silenciosa y sin emitir contaminantes, transportando una gama de sensores electro-ópticos, infrarrojos y otros sistemas pasivos de captación de inteligencia.
Precisamente, el escenario elegido para esta evaluación exhaustiva son las aguas del Atlántico portugués, en el marco de los ejercicios militares REPMUS 25 y Dynamic Messenger 25. La Alianza busca comprobar sobre el terreno la eficacia de esta plataforma para mejorar el conocimiento de la situación en un entorno operativo real, una iniciativa que, según informa el medio The War Zone, subraya el interés de la organización en soluciones de vanguardia.
Un programa de pruebas para un 'espía' silencioso
Por otro lado, la compañía detrás de este desarrollo tecnológico es la firma finlandesa Kelluu, una empresa que está ganando peso dentro del ecosistema de defensa de la OTAN. Su participación en el programa acelerador DIANA de la Alianza es una prueba de la confianza depositada en su tecnología, una iniciativa diseñada específicamente para adaptar las innovaciones emergentes del sector civil a las necesidades de seguridad de los países miembros. El éxito de esta firma es un reflejo de una tendencia más amplia, ya que el poder militar europeo podría aumentar gracias a los aviones autónomos, que están llamados a jugar un papel fundamental en la defensa del continente.
Asimismo, las maniobras en Portugal no son un hecho aislado, sino que forman parte de un calendario de pruebas más amplio. La Fuerza Aérea de Finlandia ya evaluó el dirigible durante el ejercicio Atlantic Trident 25, lo que demuestra un interés continuado y profundo por parte de las fuerzas nórdicas. La agenda de Kelluu incluye ahora su próxima participación en el ejercicio DiBaX en Letonia, donde la aeronave deberá demostrar su versatilidad y rendimiento en un teatro de operaciones completamente diferente.