Director de Mejor Niñez advierte “aumento de menores vulnerados” y sobrecupo en residencias
El director de Mejor Niñez, Claudio Castillo, advirtió sobre la desafiante situación que atraviesa la institución que reemplazó al Sename, debido al “aumento de los menores vulnerados y la nueva criminalidad que busca captarlos”.
En conversación con La Tercera, Castillo señaló que la institución está en un “proceso de transformación, donde dejamos de ver a los niños como casos complejos y consideramos múltiples factores”.
“La cobertura ha aumentado: antes atendíamos al 3,99% de los menores y hoy al 5,4%, con más derivaciones y más de cinco mil 100 niños en residencias”, añadió.
Castillo dijo que además se encuentran enfrentando “la nueva criminalidad, que recluta tempranamente a niños y adolescentes”. “Los supuestos sobre los que se diseño el servicio no se cumplieron. Hoy debemos atender a más niños de los previstos, muchos con necesidades muy complejas, lo que exige ajustar nuestra hoja de ruta y la forma de trabajo con los colaboradores. Además, el modelo de financiamiento actual, que combina aporte del Estado y de la sociedad civil, ya no es suficiente. Por eso hay que replantear cómo se financia la protección y responder a la necesidad real”, sostuvo.
El director de Mejor Niñez explicó que cuando se diseñó el servicio se estableció que los niños de cero a tres años debían ir a familias de acogida y que las residencias de lactantes se cerrarían. Sin embargo, aquello no se ha podido cumplir. “Las residencias están con sobrecupo y seguimos recibiendo derivaciones diarias de niños pequeños; de tres a once por día en menores de cuatro años. Hoy hay más de 700 niños en residencias frente a los 400 iniciales”, observó.
De acuerdo a Castillo, la prioridad de Mejor Niñez, “es que los niños vivan en una familia, por lo que trabajamos en revinculación familiar, cuidado alternativo familiar y agilización de adopciones. Dado que no hay suficientes familias de acogida, diseñamos un modelo en el que las residencias de lactantes incluyen programas de familias de acogida”, detalló.
Justamente, en cuanto a los obstáculos para alcanzar una meta de familias de acogida en Chile, Castillo afirmó que “no existe una cultura de acogimiento familiar” y que “persiste el temor social de que el niño luego sea retirado del hogar, aunque el cuidado sea temporal y con fines de protección y reparación”.