La Comisión Europea, obligada a pronunciarse sobre las pulseras de Igualdad
La Comisión Europea tendrá que pronunciarse sobre el fallo en el sistema informático de las pulseras telemáticas para controlar a agresores machistas. Esto es así porque el PP ha elevado la batalla política a instancias europeas, registrando una pregunta parlamentaria por escrito en la que pide al Ejecutivo comunitario que responda si "considera que el Gobierno de España ha establecido las garantías y mecanismos necesarios para cumplir con los estándares europeos de protección" para las víctimas de violencia de género.
El PP anunció esta pregunta ayer y, ahora, la Comisión Europea tiene seis semanas para responder. El resultado de la respuesta puede suponer un duro golpe para el Gobierno de Pedro Sánchez, más aún si la Comisión inicia una investigación para responder a dicha pregunta, algo que podría hacer.
Según explican fuentes populares a LA RAZÓN, creen que con el fallo del sistema España podría haber vulnerado varias normativas europeas. La más grave, es que consideran que se podría haber "dejado sin efecto práctico" la Orden Europea de Protección, que garantiza la protección transfronteriza. En la directiva que la regula (2011/99/UE) se especifica que los dispositivos técnicos para garantizar las órdenes de alejamiento tienen que ser fiables.
Pero también consideran que se podría haber vulnerado directivas relativas a la protección de víctimas de un delito o sobre la contratación pública. Según las mismas fuentes, el PP va a pujar por que se investigue si ha habido infracciones y va a estudiar más medidas a nivel europeo. No tienen ningún tipo de intención de dejar que este asunto corra.
"Estamos hablando de ocho meses donde ha habido una desprotección importante de las mujeres víctimas de violencia de género", asegura la eurodiputada Rosa Estarás, autora de la pregunta parlamentaria. "El no ser diligente ha provocado una indefensión a mujeres que tienen un peligro cierto, porque esas mujeres ya han sido víctimas y es un juez el que ha puesto la pulsera a sus agresores", añade.
Evidentemente, el frente europeo no es el único que va a tener que afrontar el Gobierno. En el Congreso de los Diputados, el PP también intentará que se vote la censura de la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Además, se obligará a que comparezca en el Senado, donde el partido de Alberto Núñez Feijóo tiene mayoría absoluta. Sin embargo, la presión no viene solo de la oposición. Sumar también ha registrado una serie de preguntas parlamentarias en la Cámara Baja para que el Ejecutivo informe sobre el fallo y a cuántas mujeres ha afectado.
El PSOE no está pasando por su mejor momento político con respecto a las mujeres, debido a la alargada sombra de la prostitución en asuntos como el Caso Koldo o las saunas del suegro de Pedro Sánchez. Por eso, que la Fiscalía General del Estado alertara de ese fallo en el servicio informático de las pulseras ha generado una polémica que llega en el peor momento posible para el PSOE y para su ministra de Igualdad.
Ayer, el secretario general del PP, Miguel Tellado, exigió la "dimisión inmediata" de Redondo, a quien calificó de "incompetente y negligente" por "poner en peligro" a las mujeres. El número dos del partido denunció que las pulseras fueron compradas a través de una plataforma online de bajo coste, algo que denunció un sindicato policial pero que Moncloa ha desmentido, y lo usó como metáfora: "el Gobierno tiene un feminismo de AliExpress".
Los conservadores están vinculando esta polémica con la que se desató tras la aprobación de la ley del sólo sí es sí, que propició rebajas de condenas y excarcelaciones a penados por delitos sexuales y que también supuso un amargo trago para el Ejecutivo de Sánchez, que tuvo que corregirla. "Perjudicar a las mujeres es una rutina, seña de identidad, marca de la casa" del Gobierno de Sánchez, dijo Tellado.
Aunque el Gobierno todavía no ha informado de a cuántos casos afectó el borrado de los datos, el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, intentó lanzar ayer un "mensaje de tranquilidad". Explicó, en línea con Igualdad, que a pesar de los fallos, las pulseras "en ningún momento han dejado de funcionar".
Lejos de cualquier autocrítica, la ministra de Igualdad aseguró el viernes desde su ciudad, Valladolid, que los dispositivos "han funcionado en todo momento" y acusó tanto a la Fiscalía como a los medios de comunicación de haber generado "una alarma que nada tiene que ver con el funcionamiento de las pulseras". A pesar de la polémica, Redondo no ha cambiado su agenda y ayer no ofreció ninguna explicación nueva.