Adrián Díaz, empresario, revela el secreto del sistema económico de China: "El plan de jubilación de un chino es su hijo"
En la sociedad española persisten numerosos prejuicios hacia la comunidad china que distorsionan la percepción de su cultura y modo de vida. Se tiende a imaginar a los ciudadanos chinos como personas cerradas, poco integradas y excesivamente reservadas, cuando en realidad su modelo de convivencia se basa en fuertes lazos comunitarios y una vida familiar profundamente cohesionada. Lejos de la imagen del aislamiento, muchas familias chinas comparten vivienda entre generaciones, practican una solidaridad cotidiana y mantienen vínculos que priorizan el bienestar colectivo por encima de las aspiraciones individuales. Esta visión de la vida, más centrada en el grupo que en el "yo", choca con la mentalidad más individualista que predomina en buena parte de la cultura occidental.
En el plano laboral, también se reproducen ideas erróneas que asocian a los trabajadores chinos con una sumisión absoluta, largas jornadas sin queja y una falta de ambición profesional. Si bien es cierto que en muchos casos la comunidad china en España se ve abocada a empleos intensivos y con horarios exigentes, esto responde más a una estrategia de supervivencia económica que a una resignación cultural. En China, el trabajo es una herramienta para garantizar la estabilidad familiar y asegurar un futuro mejor, y no tanto un camino para la autorrealización personal. La percepción del esfuerzo está ligada al progreso de toda la familia, lo que explica por qué muchos padres trabajan sin descanso para que sus hijos accedan a oportunidades educativas y sociales que ellos no tuvieron.
Este modelo se comprende mejor si se observa el contexto económico del que provienen. China ha levantado en pocas décadas una economía de planificación estatal flexible que combina control público con dinamismo empresarial. El país ha impulsado una cultura del trabajo basada en la disciplina, la rapidez y la adaptación constante a los cambios del mercado. A pesar de las críticas que recibe el modelo, esta fórmula ha permitido sacar de la pobreza a cientos de millones de personas y consolidar una clase media creciente con altas aspiraciones. Mientras en España se juzga el trabajo chino por su ritmo y su aparente dureza, se ignoran las claves del sistema que lo sostiene y la lógica colectiva que lo inspira. Comprender estos matices ayudaría a desmontar estereotipos y a generar una convivencia más justa y enriquecedora entre culturas.
¿Cómo conciben los chinos el trabajo?
Adrián Díaz, emprendedor que lleva viviendo en China desde el año 2006, aclara en ConPdePodcast las claves para entender el funcionamiento de la sociedad china y sus métodos de trabajo. Si bien estos difieren en gran parte de los que practicamos en España, el mayor cambio viene de la manod e las expectativas a futuro. "Es un lugar donde todo el que trabaja puede prosperar y donde emprender es más sencillo de lo que nos han contado. Pero para entenderlo hay que ir allí sin juzgar, con la mente abierta, porque la lógica que lo mueve no es la nuestra", agrega en función de los prejuicios con los que a veces miramos al país asiático.
En términos de empleabilidad, también asegura que no existen problemas de desempleo, llegando incluso a ser "negativo" en algunas zonas. Por el contrario, volviendo al entendimiento colectivista de la sociedad, este carácter repercute sobre su vínculo cercano. "No dan dinero para ONGs porque no entienden trabajar para darle el dinero a otro", indica para contextualizar sobre esta clase de gestos que sí que son frecuentes de la cultura occidental. En relación a esta idea, también entra a examinar con claridad el espíritu capitalista que nutre el sistema económico. De hecho, explica que la intervención del Gobierno en esta materia resulta ínfima. "Dentro del marco rígido del partido, la jungla es absoluta, es decir, cero regulación y máxima competencia", aclara.
La concepción de la familia: el plan de futuro
Sin embargo, una de las declaraciones que más repercusión causó la comparecencia del emprendedor en el prestigioso programa de Internet constituye una verdad inamovible en términos de sostenibilidad económica de las familias con el paso del tiempo. "No existe el chino que diga: ‘yo estoy trabajando para después poder vivir mejor'", recalca, puesto que, en gran parte, su objetivo se fundamenta en la familia, en su correcto desarrollo y en las oportunidades que tengan sus descendientes. "El plan de jubilación de un chino es su hijo, porque un día será la persona que le mantenga", sentencia. Por tanto, el ahorro es fundamental para entender el concepto de familia en china. Es decir, lo ganado se invierte en la cadena familiar con el objeto de ahorrar más.