Pues no. El
Barça no pudo surfear la ola casi perfecta del
PSG. No se ahogó en el intento, pero no pudo mantener el equilibrio de manera regular y se llevó unos cuantos revolcones. Sin embargo, puede ser una buena experiencia para recuperar algunas asignaturas troncales que el
Barça olvidó. Octubre no es un buen momento para extraer conclusiones, es una etapa ideal para detectar problemas con el objetivo de resolverlos. La distancia, siempre subjetiva, entre el campeón de Europa y un candidato a esa corona depende de la evolución de los equipos. Se puede mantener, ampliar o recortar porque son organismos vivos, en movimiento.
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