La afición del
PSG ya se hizo notar en la alfombra roja de la gala del
Balón de Oro. La expedición del
Barça fue recibida a gritos de “
Puta Barça”. Nada nuevo. Desde los tiempos de la remontada de
Sergi Roberto, es un grito de guerra que se escucha a cada partido entre parisinos y culés. Lo grave es que, en esta ocasión, los 2.000 parisinos que había en la grada del
Estadi Lluís Companys se dedicaron a proclamar la ofensa, a coro, desde el calentamiento hasta después del gol de la victoria en el minuto 90. Animaban a su equipo sin cesar y, de vez en cuando, volvían al lamentable e insultante grito.
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