Rafa Ortiz Lara, el gran maestro de la hípica española
Rafa Ortiz Lara (25-8-1965, Córdoba) es una leyenda de la hípica española como entrenador y está considerado el mejor entrenador español y el que más medallas ha conseguido en Campeonatos de España y de Europa. Nadie ha ganado tanto como él en el medio siglo que lleva junto a los caballos. "Me lo han dado todo, junto a mi familia y amigos", asegura.
Su pasión por el Salto nació gracias a su padre y sus hermanos en el Club Hípico de Córdoba. Allí recibió sus primeras clases de grandes maestros militares y también creció junto a compañeros de nivel como los hermanos Fernández de Mesa, con quienes logró el oro por equipos en el Campeonato de España Infantil en El Saler (Valencia). Siempre tuvo como referente a su hermano mayor, Antonio, que fue quien le ayudaba y guiaba tanto en los entrenamientos como en las competiciones.
Ahora se encuentra en la Dehesa Montenmedio, en el Campeonato de España de Menores de Salto. Este año presenta a dos binomios en la categoría de Jóvenes Jinetes, Elena Appendino y Jaime Astolfi. "Lo afronto con ilusión y confianza, porque ambos están bien preparados para optar a medalla", explica. Y añade: "Intento que los alumnos lleguen con la autoestima alta y crean en su capacidad para ser campeones de España. La idea es que estén bien preparados, confíen en sus posibilidades y se sientan competitivos". Para él, la clave está en el día a día: "Una buena preparación acompañada de un plan de competición adecuado es lo que te permite llegar al campeonato en las mejores condiciones posibles".
Cuando toca gestionar la presión, Ortiz insiste en que lo fundamental es no dejarse llevar por el resultado. "Les digo que no piensen en el triunfo final, sino que se concentren en cada calificativa, paso a paso. Y cuando llegan a la final con opciones, les aconsejo que aprovechen esa oportunidad poniendo sus cinco sentidos en el recorrido y bloqueando nervios y emociones que normalmente juegan en contra".
Con más de 200 medallas conseguidas como entrenador, Ortiz sabe que la confianza entre jinete y caballo es determinante. "Se trabaja a diario optimizando las capacidades de ambos. Para mí la confianza mutua es fundamental para lograr buenos resultados", apunta. Ese enfoque lo aprendió también a partir de sus propias experiencias como jinete: "Al principio aplicaba el mismo sistema a todos. Luego comprendí que cada binomio necesita un trabajo específico, porque no hay dos caballos ni dos jinetes iguales. El objetivo siempre es el mismo: buscar el equilibrio entre ambos y potenciar sus habilidades".
Uno de sus momentos más especiales es muy reciente. El pasado año sus hijos, Luis y Castora, compartieron podio en el Campeonato de España Clásico 1,40, con un oro y una plata. "Fue un momento inolvidable verlos juntos arriba", recuerda. También recuerda el oro logrado en el Campeonato de Europa de Young Riders en Holanda, donde el equipo español se unió tras la pérdida del padre de una de las integrantes. "Todos nos volcamos y conseguimos esa medalla en su memoria, en un desempate espectacular contra los franceses. Ha sido una de las victorias más emotivas de mi carrera como entrenador", afirma.
Ortiz tampoco olvida su etapa dorada en el Pony Club La Loma, junto a su mano derecha Ana Cruz-Conde, con la que compartió éxitos. A lo largo de su trayectoria ha contado con la confianza de familias que han marcado una época, como los Mateos, los Barceló-Martínez, los Jiménez-Carmona -junto a Marcelo del Pozo-, los Garaygordobi, los Juárez o los Ramos. "Cada una dejó una huella imborrable en mi vida, y siempre estaré agradecido por su confianza", subraya. Toda familia que ha depositado su carrera deportiva en las manos de Rafa Ortiz ha cosechado éxitos.
En la actualidad, trabaja con la familia Appendino-Putsche, a la que lleva ya una década ligado. "No sólo se preocupan por los logros deportivos de sus hijas, sino también por el bienestar y la evolución del equipo, en el que están incluidos mis propios hijos. Su compromiso y visión han sido clave para construir un entorno positivo, unido y motivador", relata.