'Los troncos son el mastil de los árboles y de muchos arbustos. Transmiten fuerza, vigor y son como la columna colosal de muchos vegetales que nos miran desde su altura y nos acompañan en los paseos por el bosque, la dehesa o la paramera que, aún medio pelada, siempre presenta algún arbusto para darnos sombra, cobijo, protección y referencia.
A principios de otoño y a falta de nieve, la naturaleza nos ofrece muchos motivos para disfrutar. Pasear por los bosques o por cualquier sitio donde encontramos algún árbol, aunque sea aislado, nos da la oportunidad de admirar su parte más recia y fuerte: el tronco. Visible ya que está la aire a diferencia de las raíces y permanente ya que a diferencia de algunas hojas no se cae. Troncos rectos, torcidos, retorcidos y, a veces, atormentados, con caras...'