El acceso al barrio de Santa Cruz se ha convertido en los últimos meses en un aparcamiento improvisado de tuc tuc. Una situación que cada vez genera más preocupación entre los vecinos. El mecanismo es sencillo, los turistas llegan en estos vehículos, se bajan y se hacen selfies con las vistas a la ciudad. Después, recorren las estrechas calles del barrio para seguir fotografiando las casas y las calles más reconocible del Casco Antiguo. Sin embargo, esa actividad ha convertido la entrada al barrio en un punto de congestión al concentrarse más de ocho vehículos de este tipo en horas punta.