Revolución en la Iglesia anglicana: ¿Habrá sacerdotisas católicas?
Tras la elección de Sarah Mullally como arzobispa de Canterbury, ¿se abrirá la puerta para la ordenación sacerdotal de mujeres en la Iglesia católica?
Más allá de las reivindicaciones que puedan llevar a cabo algunos grupos de católicas, la Santa Sede no modificará su posicionamiento con respecto a la mujer y el ministerio ordenado. León XIV lo ha dejado claro en su primer libro-entrevista que se acaba de publicar en España. El Papa Prevost no tiene «la intención de cambiar la enseñanza de la Iglesia». De hecho, parafrasea prácticamente a Francisco en una interrogante que lanzaba su predecesor: «¿Querríamos simplemente invitar a las mujeres a clericalizarse, y qué ha resuelto eso realmente?».
¿Por qué las mujeres no pueden ser sacerdotes en la Iglesia católica?
La argumentación básica para negar que sean presbíteros la formuló Pablo VI en 1975 y es en la que se han fundamentado los Papas posteriores. Montini explicitó que está consignado en las Sagradas Escrituras que Cristo escogió sus apóstoles solo entre varones. Además, se defiende la práctica constante de la Iglesia hasta hoy, que ha imitado a Cristo, escogiendo solo a hombres para este servicio. A la par, se apoya en el vigente magisterio, que «coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia».
¿Es posible al menos que haya mujeres diaconisas?
Durante el pontificado del Papa Francisco se ha barajado la posibilidad de que una manera de apostar por el liderazgo femenino, fuera aprobar el ministerio del diaconado femenino. Sin embargo, después de que Jorge Mario Bergoglio pusiera en marcha diversas comisiones para abordarlo desde las perspectivas bíblica, histórica, teológica y canónica, no quiso dar un paso al frente. Tampoco León XIV se ha mostrado convencido de que esa sea la vía. Entre los techos de cristal que sí se han roto es su participación con voz y voto en los Sínodos y poder ser nombradas prefectas en el Vaticano.