Se acerca el final de la ‘tregua arancelaria’
Las ventas de autos nuevos en el mercado mexicano quitaron el ‘freno de mano’ al cierre del tercer trimestre del año, a pesar del entorno de incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos.
En septiembre pasado se vendieron 117 mil 182 vehículos ligeros nuevos en el mercado interno, esto es, 0.3 por ciento más que en el mismo mes de 2024 o una diferencia de 393 unidades adicionales.
De acuerdo con la información del INEGI, esta es la primera tasa anual positiva en las ventas de autos, después de cinco meses consecutivos en reversa.
En el acumulado de enero a septiembre, en México se vendieron un millón 75 mil 188 vehículos ligeros en el mercado interno, lo que representó un retroceso de 0.6 por ciento respecto al mismo periodo de 2024 o una diferencia de 5 mil 987 unidades menos.
Aun así, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) destacó que en el periodo enero-septiembre de 2025 el mercado se posicionó 12.5 por ciento por arriba de los niveles de venta de 2019, año previo a la pandemia de Covid-19.
La industria automotriz mexicana ha perdido dinamismo en sus ventas internas desde abril pasado, en medio de la incertidumbre por la aplicación de un arancel estadounidense de 15 por ciento en promedio a los automóviles y sus componentes fabricados en México y exportados a Estados Unidos que no cumplen con el T-MEC.
El comercio que se realiza a través del T-MEC ha seguido recibiendo un trato preferencial, pues la mayoría de los bienes comerciados en el marco del Tratado se han mantenido exentos de aranceles, si bien los productos de acero y aluminio enfrentan aranceles de 50 por ciento.
Para exportar con tal beneficio, las empresas deben cumplir con las reglas de origen estipuladas por el T-MEC.
En el caso de los autos, las reglas de origen exigen que el porcentaje de contenido regional sea de 75 por ciento.
Los requisitos incluyen, además, que las autopartes principales –por ejemplo, motor, transmisión, carrocería y chasis, y ejes– deben provenir de Estados Unidos, Canadá o México; que al menos al 40 por ciento de la mano de obra de fabricación debe pagársele un mínimo de 16 dólares por hora, y que al menos el 70 por ciento del acero y el aluminio utilizados en el vehículo debe provenir de Norteamérica.
De acuerdo con la AMDA, 9 de cada 10 vehículos ligeros que exporta la industria mexicana a Estados Unidos y que estarían sujetos al pago del arancel estadounidense, cumplen con las reglas de origen establecidas en el T-MEC.
A pesar de que en septiembre hubo un comportamiento ligeramente positivo del mercado automotor nacional, se mantiene la incertidumbre sobre la revisión del T-MEC, programada para julio de 2026 al cumplirse seis años de su entrada en vigor.
En la industria automotriz no se descarta un posible endurecimiento de las reglas de origen por parte del gobierno de Donald Trump, imponiendo porcentajes más altos de valor de contenido regional y un requerimiento mínimo de contenido estadounidense.
En México, con el inicio de octubre, arrancó el proceso formal de consultas públicas a 30 sectores productivos del país que son relevantes para el comercio con América del Norte.
Las consultas para la revisión del T-MEC, a celebrarse durante el presente mes, incluirán a los sectores de vehículos pesados y ligeros, autopartes, así como acero y aluminio.
En ese sentido, es positivo el arranque del proceso de consultas públicas en México para el inicio de las negociaciones sobre la revisión del T-MEC en julio de 2026.
Cabe recordar que el pasado 31 de julio, Trump anunció una extensión de 90 días para suspender la implementación de los aranceles sobre las exportaciones de México, con el fin de ‘dar más tiempo’ a las negociaciones comerciales entre ambos países.
Estados Unidos mantiene vigentes los aranceles de 25 por ciento sobre la mayoría de los productos procedentes de México que no cumplen con las reglas de origen previstas en el T-MEC, así como los de 50 por ciento sobre acero, aluminio y también cobre.
De los 90 días de ‘tregua’, ya han transcurrido 64 y el plazo concluye a finales de octubre.
El problema es que, a falta de 26 días para llegar al término de los 90 días acordados, en Estados Unidos no se ha dicho nada sobre cuándo piensan retirar los aranceles a nuestro país.
Alcanzar un acuerdo comercial no sólo daría un espacio de certidumbre, sino que permitiría llegar a la revisión del T-MEC sin los aranceles de Estados Unidos sobre México y Canadá.
Sólo así se podrá hablar del futuro del Tratado sobre la base del libre comercio.