Las familias Suárez, García y Márquez , que reúnen a 25 personas para la ocasión, normalmente hubieran pasado el 24 de octubre en Los Villares . La prohibición de hacer peroles en el campo hasta el próximo 1 de noviembre los ha trasladado hasta El Arenal , sustituto de ocasión que, aunque alejado del monte, las encinas, coníferas o romero, ha servido este viernes para mantener la tradición del Día de San Rafael , en el que las familias se reúnen en torno a un arroz... o lo que decidan cocinar. Junto al estadio del Córdoba , se respiraba un excelente ambiente desde muy pronto, pues en esta jornada no se distinguirá en muchas ocasiones entre el desayuno y la cena: «Hoy estaremos hasta que nos echen de aquí». El responsable de tal aseveración es Rafael, cocinillas para la ocasión de las mencionadas familia Suárez-García-Máquez. «Tengo un día con mucho trabajito , pero todo sea por la familia», indica. Y no es para menos. Será responsable del siguiente menú, aparte de entremeses: sardinas; migas con chorizo, panceta, pimientos verdes y rábanos; y por último el arroz. En este caso con carrillada. Nadie se va a quedar con hambre. Las familias Rojas y Soto bromean acerca de que más que un perol hacen un picnic . LLevan una década acudiendo a El Arenal por una cuestión práctica, pues viven en Fidiana y eso les permite tomar algo de alcohol, algo imposible o nada recomendable en Los Villares. ¿Y por qué hablan de picnic? Porque todo lo que se llevan son embutidos o comida ya cocinada previamente. « Nosotros no venimos aquí a guisar », afirman con gracia. Aseguran que antes, cuando venían más miembros de la familia, hacían sardinas. Pero ahora sólo van a disfrutar sin estrés alguno. La familia Gómez Arcas, compuesta por tres hermanos y sus respectivos hijos, suelen ser también habituales de Los Villares, pero muestran su comprensión con la medida tomada con respecto al monte. Como mandan los cánones, vinieron a coger sitio tempranito. «Vamos a hacer chorizo, panceta, salchichas frescas , pero no arroz . No vamos a guisar, preferimos que todo sea una barbacoa más facilita». Y en torno a ella, estarán degustando esas delicias unas 14 personas. La familia Aguilera De Austria son también habituales de Los Villares, o bien de la zona de Cerro Muriano. Igualmente han asumido con comprensión la prohibición de cocinar en la sierra, adaptándose al nuevo lugar sin problemas: « Aquí se está muy bien », aseguran. ¿Qué van a hacer?: «sardinitas y carne a la barbacoa». Han optado también por evitar el perol cordobés, algo más habitual de lo que parece. Los Gil-Ramírez van a reunir por su parte entre quince y veinte personas entre cuatro hermanos, cuñados y sobrinos... «Ya abuelos casi», bromean. En su caso solían hacer el perol siempre en la Carrera del Caballo. Sin embargo les gusta El Arenal , que les ha parecido «muy buen sitio y bien preparado». Tras el chorizo, chuletas y panceta en la barbacoa, «Tendremos el arroz clásico a la 16.00 horas o 16,30», avanzan. La familia Pineda-Castuela ha reunido en torno a San Rafael a diez personas: « Vamos a hacer una sardinitas , choricito, pancetita ... arroz no vamos a hacer porque venimos a echar un rato en familia y preferimos no complicarnos». La familia Márquez va indistintamente a Los Villares o al propio Arenal, dependiendo del año, así que conocen de sobra el lugar. Como el resto de personas entienden perfectamente que no se haya permitido esta vez subir al conocido parque periurbano. Se van a juntar hasta 25 personas. «Tenemos migas con chorizo, panceta, pimientos y ajito», señalan. ¿Harán arroz? «Vamos a pensarlo» . Y tras esta aseveración muestran una mesa llena de comida de todo tipo. Los ingredientes para el perol los tienen, pero todo dependerá de si queda un resquicio por llenar en los estómagos. El excelente ambiente de El Arenal ha debido sorprender a los turistas que aparcan sus caravanas justo al lado, que se han topado con cientos de personas de particular acampada. Así es San Rafael, una jornada en torno a un perol en el campo, tan arraigada, familiar y tradicional, que ya ni le hace falta campo o perol.