Como ya adelantaba Carlos Sobera, este cara a cara tenía muchos visos de salir bien, teniendo en cuenta las sonrisas, las miradas y la actitud de los dos solteros de la cita en cuestión. Miguel, de Santander, con 63 años, y Olga, de Gijón, 60 años, se han sentado a la mesa del restaurante más famoso de España, ' First Dates ' (Cuatro) y han compartido uno de los encuentros más entrañables que se recordarán entre los espectadores del programa. Y es que lo primero que le ha gustado al uno del otro ha sido la forma de vestir, la ropa, «la originalidad de lo que llevas», se han dicho. Olga además se dedica al mundo de la moda, tiene una tienda, y ha compartido con Miguel algunos apuntes sobre el estilismo que él llevaba. Lo más interesante de la cita ha llegado cuando él le ha confesado que estaba recién operado porque le habían diagnosticado Parkinson . Ella se ha mostrado empática al escucharlo y ha quedado muy sorprendida al conocer que tenía delante a «un medio robot», según él mismo se ha definido. Miguel ha hecho esa autodeficinión porque en la intervención médica le han colocado dos electrodos en la cabeza y para demostrarlo se ha quitado la gorra que lucía y se los ha enseñado a Olga, las cicatrices: «Mira, ¿ves? Por aquí bajan los cables y llegan hasta la batería que llevo». Ella ha querido mantener el tono de simpatía y buen humor y le ha dicho que le parecía más bien alguien « biónico ». «Mira, ya vas varios pasos por delante de nosotros», le ha puntualizado entre risas. Más tarde, en el 'confesionario' de ' First Dates ', ha destacado que su cita desprende «mucha luz» y que eso le estaba gustando mucho. Sobre el 'hombre biónico', este se ha mostrado contento por esta nueva oportunidad gracias a la medicina: «Solo un 5% de los enfermos son candidatos a esta cirugía… y yo tuve esa suerte». Si bien la intervención fue dura –«me clavaron una corona de nueve kilos en la cabeza con tornillos de rosca chapa»–, tiene claro que ha sido lo mejor que le ha pasado: «Alucinante». Además ha dejado claras sus intenciones en la vida: «Disfrutar de todo lo que me quede de vacaciones». Olga se ha sentido muy identificada con la cita. «Procuro estar enamorada todos los días, si no de una persona, de la vida». El ' match ' entre la pareja se veía venir y así han terminado confirmando: a por esa segunda cita.