Con melón o con sandía: ¿Por qué la reunión de la APEC es clave para la economía mexicana?
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, irá a la reunión de la APEC que será el próximo viernes 31 de octubre y el sábado 1 de noviembre en Gyeongju, Corea del Sur, confirmó la presidenta Claudia Sheinbaum este viernes 24 de octubre.
Dicha reunión sería clave para la economía mexicana y, en dicho marco, Ebrard cerraría acuerdos en beneficio de la relación comercial entre México y Estados Unidos.
“El ‘plato fuerte’, sin embargo, se servirá antes: el jueves 30 por la mañana —la noche del miércoles, tiempo de México— está previsto el esperado encuentro bilateral entre el presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping. De lo que ahí se acuerde dependerá, en buena medida, el tono de lo que ocurra después”, comenta Enrique Quintana en su columna Una semana crítica para la economía y el comercio, que se publica este viernes en El Financiero.
Durante dicha reunión, también se prevé algún acuerdo arancelario con México y Canadá, al menos de forma parcial, lo que impactaría en México.
¿Qué se espera de la reunión de la APEC?
Enrique Quintana cita a Oren Cass, fundador y economista en jefe del think tank conservador American Compass, quien publicó un ensayo en el que menciona que México podría recoger enormes inversiones de BYD en fábricas que después exportarían autos a EU.
Sin embargo, si México no mantiene un superávit comercial con Estados Unidos, dicha propuesta perdería su atractivo.
En tanto, México tendría dos retos principales, de acuerdo con el columnista. Se trata de los siguientes:
El primero es proteger las ventajas arancelarias alcanzadas con Estados Unidos.
El segundo, será minimizar el costo de un desacoplamiento gradual de China que altera cadenas de suministro en autos, electrónicos, equipo médico, textil y químico.
¿Cuáles serán las consecuencias de la APEC para México?
Todo este escenario será para profundizar el nearshoring, pero exige decisiones como reglas de origen creíbles, trazabilidad estricta para evitar transbordos asiáticos e incentivos “para relocalizar eslabones críticos, como baterías, semiconductores-”, entre otros.
Sin embargo, Quintana advierte que “nada de esto será automático. México necesita una estrategia quirúrgica y coordinada y, muy en particular, definir una política industrial moderna que alinee energía competitiva, talento técnico y financiamiento de largo plazo”.
El resultado es que la APEC ofrece el calendario y agenda de alto nivel necesario para que México aproveche dichas oportunidades, “pero solo si se actúa con precisión, astucia y un clarísimo sentido del timing”, detalla el columnista de El Financiero.
