Tienen nombre y apellidos. Tienen nacionalidad. Tuvieron -o tienen actualmente aunque no les da para un techo- un trabajo y compañeros. Tienen familia, amigos, conocidos. Y, sobre todo, tienen dignidad. Lo único de lo que carecen es de hogar. Pero siguen teniendo sueños, anhelos íntimos, esperanzas de una vida más apacible, que los saque de la calle y les dé dónde vivir. Tal es el punto de partida de Cáritas para su campaña de este año para las personas sin hogar , cuyo día conmemora la Iglesia este domingo 26 de octubre con subsidios litúrgicos, comunicaciones en las eucaristías y actos de sensibilización en las parroquias. «Es la campaña de los olvidados», dijo este miércoles Francisco José Sánchez Heras, responsable...
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