El primer clásico de la temporada no es un partido más. No lo suele ser casi nunca, pero en este caso tiene un contexto especial. Sobre todo, para Xabi Alonso. Por ser el primero como entrenador del Madrid, por sus dos abultadas derrotas ante el PSG en el Mundial de Clubes (4-0) y el Atlético en Liga (5-2) , los rivales más fuertes contra los que se ha enfrentado, y por los cuatro pésimos resultados de la pasada temporada, dos de ellos de paliza, que sufrió el equipo blanco ante los azulgranas: «El clásico es siempre especial, el primero de este nuevo proyecto y necesitamos la energía de nuestro estadio en los partidos grande. Puede que haya situaciones parecidas a las del año pasado, pero el momento es diferente, para ellos y para nosotros» Xabi, más serio de lo habitual y parco en sus respuestas, no quiso mojarse sobre las palabras de Lamine del pasado jueves, en las que acusaba al Madrid de robar. Es evidente que el tolosarra no es Ancelotti y no piensa entrar en ninguna polémica, no al menos cuando atiende a los medios. En ninguna de las tres ocasiones entró al trapo: «El mayor aliciente es el propio partido en sí. No voy a entrar en lo de Lamine. Hay muchas declaraciones por parte del Barcelona y no puedo valorarlas toda. Lo importante es el verde y cómo queremos jugar». Como eso es lo que le interesa a Alonso, le preguntamos si cree que su equipo juega bien al fútbol. Ahí si fue tajante: «A mí me gusta cómo juega el Madrid. Hacemos un buen fútbol. Hay margen de mejora, pero me gusta. De momento estamos en noviembre y ahora nadie gana trofeos ni medallas», dijo Xabi, que recuperar a Huijsen, Trent y Carvajal para el clásico, pero como suele hacer no dio ninguna pista del posible once ante el Barça. Un once en el que sin duda estará Mbappé . Marcó en todos los clásicos del pasado año, pero en el primero, en el de Liga del Bernabéu, sus dos goles fueron anulados por posiciones antirreglamentarias. Cayó hasta nueve veces en fuera de juego ante el Barça aquel día: «Pero para llegar hasta ahí antes tenemos que mirar otras fases del juego, como son cómo encontramos a los pasadores. La idea es cómo podemos más eficientes con Mbappé y dentro de esa calidad colectiva, cómo puede ser el más determinante, pero no solo por sus goles».
