En los sótanos del Hospital Reina Sofía, lejos del bullicio de los pasillos, se está gestando una revolución silenciosa. Córdoba da un paso de gigante en investigación médica con el desarrollo de tratamientos punteros en terapias avanzadas. La ciencia ha avanzado hasta tal punto de que la medicina ha conseguido la clave para 'reprogramar' una célula para atacar tumores de todo tipo. Pero como toda cura, necesita una inversión. El Hospital Reina Sofía de Córdoba se prepara para dar un salto cualitativo en la innovación biomédica de la que ya es un referente. Una subvención de 400.000 euros de la Diputación de Córdoba, impulsará la creación de una el Unidad Multidisciplinar de Ensayos Clínicos en Terapias Avanzadas, un espacio pionero donde se investigarán tratamientos de vanguardia como las terapias con célular CAR-T. Estas terapias, basadas en el uso de células modificadas del propio paciente para atacar los tumores, representan una de las fronteras más prometedoras de la medicina actual. En Córdoba, el desarrollo de estos ensayos está liderado por la doctora Concha Herrera , jefa del Servicio de Hematología del Reina Sofía y responsable del grupo de Terapia Celular del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic). «Se extrae un tipo de linfocito de los pacientes a los que se retoca genéticamente para que generen un receptor de antígeno quimérico porque no es suyo realmente», explica para ABC la doctora. Es decir, este tipo de células poseen un trozo de ADN generado sintéticamente en el laboratorio para combatir otras células tumorales de distintas enfermedades. La doctora Herrera aclara que «primero se cogen las células del paciente, se envían a un laboratorio, allí se les incorpora ese trozo de ADN sintético para que generen un receptor de antígeno que podemos convertir en lo que queramos para que combata otras células tumorales por ejemplo. Luego recibimos las células ya modificadas y las devolvemos al paciente» En eso se basa la terapia avanzada con CAR-T. Las primeras investigaciones con este tratamiento llegaron desde Estados Unidos, en Pensilvania. Poco a poco, se probó en distintas etapas y sujetos hasta comprobar que los efectos eran positivos. Se empezó a utilizar en pacientes con leucemia o linfoma . Las industrias farmacéuticas se hicieron con la patente para fabricar este tipo de células modificadas. Esta terapia se empezó a utilizar en España en 2019, cuando fue aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). El Ministerio de Sanidad elaboró un plan de terapias avanzadas hace seis años en el que se autorizó a ocho hospitales a trabajar con estas células CAR-T. En Andalucía, solo Sevilla podía emplear este tratamiento. En 2022, ante el aumento de pacientes, el Reina Sofía fue autorizado a trabajar con las células. «El proyecto es joven, un recién nacido, pero los resultados que estamos viendo son alucinantes. Nunca habíamos visto nada igual», explica la doctora Herrera, que anima a «seguir investigando ahí». Córdoba invertirá los 400.000 euros de la Diputación para hacer células cada vez mejores porque las actuales, pese a su buen rendimiento, no dejan de ser una primera versión y hay muchas enfermedades pendientes de soluciones. Tal y como comenta a ABC la investigadora, «ahora mismo solo está indicando en tumores hematológicos , de la sangre». Pero con más años de investigación, las células pueden dirigirse hacia otra enfermedad. «Ahora, las biotecnológicas están mejorando los CAR-T porque, al ser sintético, se puede modificar a nuestro antojo. Sin embargo, la labor del Hospital Reina Sofía y del Imibic va mucho más allá. Su trabajo avanza por dos caminos. Por un lado, realizan ensayos clínicos con pacientes y también desarrollan su propia célula CAR-T. En el subsuelo del hospital, bajo los pasos de miles de personas que transitan cada día, se gesta el futuro: la posible llave para vencer algunas de las enfermedades más crueles. «Tenemos doce ensayos clínicos a día de hoy con este tipo de terapias. Algunos son de enfermedades hematológicas, pero hay otras que no lo son, como las autoinmunes. Hablamos de la esclerodermia o de la esclerosis múltiple , la principal causa de invalidez en adultos en España», explica la doctora Herrera. Además, señala también que se está investigando con este tipo de terapias en «un paciente con cáncer de pulmón». Gracias a la financiación del Instituto de Salud Carlos III, el Hospital Reina Sofía pretende aplicar su propia célula CAR-T en 2026 sin necesitad de tener que enviar las células a ningún laboratorio externo. Por ello, el hospital reclama una nueva unidad de terapias avanzadas para albergar a los pacientes de los ensayos clínicos para no tener que compartir con los pacientes de uso clínico y los trasplantados. Más espacio. «Cada vez va a haber más pacientes, esto es un 'boom' en la investigación médica porque los resultados son espectaculares», asegura la investigadora principal. En este sentido, explica que «los pacientes con una leucemia aguda que ya han pasado por un trasplante tienen un porcentaje de supervivencia inferior al 10%». Sin embargo, con el uso de las células CAR-T, «remiten el 90% y recaen casi la mitad, pero hemos curado al 45%. Y curados son curados». El uso de esta terapia no está indicando para pacientes recién diagnosticados. Por el momento, se usan en los que ya han pasado varias líneas incluidas el trasplante. «Aunque con los resultados tan prometedores , las células modificadas cada vez avanza más líneas y podrían llegar a ser recetadas en el primer diagnostico si se sigue investigando como hasta ahora», matiza. Uno de los efectos adversos es la toxicidad que puede llegar a generar el «combate entre las células modificadas y las tumorales», pero, tal y como remarca la doctora Herrera « hemos aprendido a minimizar los efectos y a controlar la liberación de esa toxicidad. Había pacientes que se podían morir por esta toxicidad que generaban las células». «En algunos casos, hemos aprendido a controlar las toxicidades en pacientes seleccionados, pronosticando una serie de parámetros», explica la investigadora. Además, en su lista de objetivos está el de hacer que «los pacientes puedan estar hospitalizados en su casa. Les ponemos las células CAR-T y al día siguiente les damos el alta y los visitamos en casa. Eso lo hacemos con pacientes de poca masa tumoral, que no van a generar una alta toxicidad tras el tratamiento» . Es un tratamiento que ya se hace en Barcelona, pero en Córdoba «se va a hacer también sin ninguna duda», vaticina la investigadora. Con la subvención, el Hospital Reina Sofía da otro paso hacia adelante en la investigación médica gracias a que fomentará una nueva unidad de terapias avanzadas para cultivar las células modificadas que están cada vez más cerca de salvar miles de vidas.