La gripe y los resfriados están a la orden del día durante esta época del año en España. El frío favorece la convivencia en interiores, donde el aire se vuelve más seco y las personas están más tiempo en contacto cercano, facilitando la transmisión de virus . Además, la temporada coincide con el aumento de las reuniones con grupos grandes de gente, lo que aumenta las probabilidades de contagio en gran parte. Los cambios de temperatura entre interiores cálidos y exteriores fríos también pueden debilitar temporalmente las defensas , haciendo que los virus se instalen con más facilidad. Hace solo unos días se indicaba que la gripe alcanzaba su mayor pico de contagios de la temporada en España y, aunque ahora crecen de manera más lenta dando una pequeña tregua por las fiestas navideñas, las hospitalizaciones continúan , causando incluso colapsos en urgencias en estas fiestas navideñas. No solo afecta la gripe, pues constipados y resfriados también están muy presentes para muchos. Entre los síntomas más comunes de estas afecciones encontramos la mucosidad, la tos, el dolor de cabeza, los estornudos, la fiebre o incluso el dolor muscular , debiendo recurrir a fármacos y atención médica en la mayoría de casos. Quienes los sufren, puede que hayan observado algo común: estas afecciones empeoran por la noche ¿Es esto casualidad? ¿A qué se debe? Una bióloga ha querido responder a estas cuestiones a través de un vídeo de TikTok, red social en la que se hace llamar @la.biologica. «¿Te has dado cuenta de que cuando estás resfriado casi siempre empeora por la noche ? Pues no es tu imaginación, t iene explicación científica », comienza diciendo. «Podríamos decir que tu sistema inmunitario cambia de turno por la noche. Durante el día funciona de manera más tranquila, pero cuando llega la noche, tu cuerpo activa el modo defensa máxima. Aumentan unas moléculas llamadas citoquinas que provocan inflamación para que tu cuerpo luche contra el virus. El problema es que esta inflamación es parte de la cura, pero te hace sentir fatal », expone la bióloga. Así, indica que a la hora de irnos a dormir es normal que sintamos más dolor, congestión y malestar. Sumado a ello, la joven científica señala que « la temperatura del cuerpo sube una décima, incluso sin estar enfermo», algo que afecta en los casos en los que se tiene fiebre : «Si ya la tienes de base, este pequeño aumento hace que la notes mucho más intensa. Más calor, más escalofríos y esa sensación de 'estoy peor que hace una hora ». Añade otro factor clave que afecta a sentirnos peor por las noches: « Estar tumbado empeora todo . Cuando te acuestas, la sangre se acumula más en la cabeza y el cuello. Como resultado: se congestionan más las fosas nasales, el moco drena peor y aparece más tos por el goteo hacia la garganta », sigue detallando. Para terminar, la bióloga bromea afirmando que «no es que tu resfriado tenga horario de noche, es tu cuerpo luchando más intensamente justo cuando tú quieras descansar».