Con el año llegando a su tramo final, es un buen momento para detenerse y mirar con perspectiva qué ha dejado 2025 en la escena culinaria sevillana . Un ejercicio casi necesario en una ciudad donde el ritmo de aperturas no afloja y donde cada temporada aparecen nuevos proyectos dispuestos a encontrar su lugar en un mapa cada vez más competitivo y exigente. Este año, Sevilla ha vuelto a demostrar que su gastronomía no vive solo de la tradición —aunque la cuide—, sino también de la capacidad de reinterpretarse. Han llegado a la ciudad propuestas que nacen de trayectorias consolidadas, grupos que dan un paso más en su crecimiento, barras pensadas para el disfrute cotidiano, restaurantes con acento internacional y y espacios que combinan cocina, diseño y ambiente como parte inseparable de la experiencia. Un año más, el equipo de GURMÉ Sevilla repasa las aperturas que han ido marcando el pulso gastronómico de la ciudad para seleccionar aquellas que más han llamado nuestra atención por su concepto, su ejecución o la acogida que han tenido entre el público. Y nuestro editor, Álvaro Salinero , hace un breve comentario sobre ellas . Desde barras con vocación de clásico inmediato hasta proyectos más ambiciosos, esta guía reúne algunos de los nombres que han definido el 2025 gastronómico en Sevilla y que ya forman parte de su conversación culinaria. El último proyecto de Javier Abascal llegaba a Sevilla en marzo de este año. Una 'trattoria ibérica' , como él mismo ha definido el concepto, donde cocina italiana y andaluza se entrelazan. Ubicado en la Plaza del Duque de la Victoria, dentro del Hotel América, el restaurante propone un viaje por los dos extremos del Mediterráneo, donde no faltan pastas frescas y recetas italianas reinterpretadas con productos andaluces -o al revés-, como en su ensaladilla con huevo frito y guanciale. Algunos de los platos que pueden encontrarse en su carta son: tagliatelle al ajo-limón, con secreto ibérico adobado y parmesano, o ravioli XL de setas y guiso ibérico con una salsa suave de queso andaluz, que dejan patente esa cocina de raíz italiana con acento andaluz. «Es una apuesta peculiar, singular . Javier Abascal , que empezó su trayectoria en Sevilla con LaLola, tiene mucha mano con los guisos y es un acierto que se meta ahora en la cocina italiana con las pastas rellenas . Ubicado en pleno Centro, se trata una opción totalmente distinta a la hora de comer pasta», indica Álvaro Salinero. Caladero has sido una de las aperturas más sólidas del año en Sevilla y un nuevo capítulo del Grupo La Isla, con Luis Millán y Leopoldo Parias al frente. Ubicado junto a Santa Justa, en el histórico local del Bar Miguel Ángel y a un paso del Hotel Only You, el proyecto mantiene el pulso marinero de la casa madre y lo adapta a un formato versátil, pensado tanto para el aperitivo espontáneo como para una comida más reposada. El concepto gira alrededor del producto del día, con pescados y mariscos que entran y salen de vitrina según mercado, procedentes de lonjas andaluzas y gallegas. En la planta baja —barra, contrabarra, mesas altas y terraza sin reserva— se despliega una propuesta más informal, donde no falta la ensaladilla de La Isla , las patatas de Sanlúcar con melva canutera, huevas aliñadas y frituras finas como salmonetitos, puntillitas o merluza de pincho. A ello se suman guiños propios de Caladero, como los fideos con langostinos, choco al pan frito o bacalao en tempura con mayonesa de naranja. La planta superior completa la experiencia con un salón cuidado para mesa y mantel, ideal para quien busca alargar sobremesa, con una bodega centrada en vinos nacionales —especial atención a Andalucía y al Marco de Jerez— y servicio de copas para prolongar la visita. Para Salinero «se trata de la nueva oferta de uno de los mejores restaurantes de Sevilla, como es el caso de La Isla . Está situado en un sitio peculiar porque, aunque haya mucho turismo que va y viene de Santa Justa, es una zona singular. Han abierto una segunda casa ahí, con el mismo producto y la misma cocina. Está muy bien montado». Otra de las aperturas que más ha resonado este año en Sevilla ha sido Baturrones , la cervecería con la que Ovejas Negras Company ha llevado el tapeo marinero al entorno de las Setas. Un proyecto de barra amplia, cocina ininterrumpida y terraza generosa que recupera el espíritu de las cervecerías de siempre, con el foco puesto en el buen producto y en un consumo ágil, sin reservas. En su carta mandan el pescaíto frito y el marisco , con cartuchos de choquitos de trasmallo, adobo o pavía de merluza, junto a propuestas frías como la ensaladilla de gambas al ajillo o las papas aliñás . La vitrina se completa con mariscos de lonjas andaluzas —gamba blanca, langostinos o cañaíllas— y el apartado líquido refuerza el concepto, con Cruzcampo de tanque y una cuidada selección de vinos del Marco de Jerez servidos en catavino. Un sitio pensado para entrar sin planes, pedir al vuelo y quedarse más de lo previsto. «El Grupo Ovejas Negras hace una apuesta interesante en el entorno de Las Setas porque se alía con una pescadería, lo que hace que el nivel del producto suba un plus . Ahora está muy de moda acercar este tipo de bares tradicionales a un mercado más moderno y este restaurante es el ejemplo de ello». Otra de las aperturas clave de este año en Sevilla, y también de Ovejas Negras Company ha sido Gloria . Ubicado en la calle Albareda, a un paso de Plaza Nueva, el último proyecto del grupo nace como un espacio con doble lectura: informal al principio, gastronómico y envolvente a medida que se avanza. Nada más entrar aparece 'La Previa', una pequeña abacería pensada para el aperitivo espontáneo, sin reservas, donde la cerveza fría y el tapeo reconocible marcan el ritmo. Gildas, ensaladilla de ventresca, tortilla de patatas hecha al momento, huevos rellenos o molletes clásicos funcionan como carta de presentación, en clave muy sevillana y directa. Tras una cortina, el ambiente cambia por completo y se abre el verdadero corazón del restaurante: una gran sala presidida por una barra de 14 metros, eje del proyecto, donde se puede comer y observar el trabajo de cocina. Aquí la propuesta se vuelve más amplia y contemporánea, con una carta que combina brasas, guisos y producto de temporada. Platos como el tomate con aguadillo de lechuga y sardina ahumada, champiñones a la brasa con panceta y yema, albóndigas de vaca con níscalos o pescados trabajados al fuego conviven con carnes a la brasa y guarniciones pensadas para compartir. El plan se completa con una bodega cuidada, postres clásicos reinterpretados y una clara vocación de sobremesa: copas, cócteles y música convierten a Gloria en un espacio pensado no solo para comer, sino para quedarse. «Es un grandísimo espacio que tiene muchísimas posibilidades. El concepto de 'speakeasy ', de bar clandestino, le da un toque divertido. Hay una mezcla de cocina de autor con algo más popular, seña de identidad de Ovejas Negras, pero la realidad es que se come muy bien . Encima tiene la opción de alargar la sobremesa allí», analiza Salinero. El listado de mejores aperturas del año continúa con Amorío, el primer proyecto en la ciudad del chef jerezano Javier Muñoz , conocido por su trayectoria en La Carboná y por su estrecha relación con los vinos de Jerez. Ubicado en la calle Amador de los Ríos, Amorío se presenta como un espacio de horario amplio y vocación flexible , pensado tanto para tapear como para sentarse a comer o alargar la sobremesa sin prisas. El concepto traslada a Sevilla la manera de cocinar de Muñoz: producto bien seleccionado, técnica afinada y una cocina reconocible, con guiños contemporáneos y mucho peso del recetario andaluz. El proyecto se completa con Javier Cordón, socio y responsable del apartado de arroces —con clara influencia levantina—, y Pepe Gallardo al frente de la sala y la coctelería, formando un equipo que equilibra cocina, vino y experiencia. La carta combina mar y dehesa con naturalidad, donde encontramos desde ostras, gambas de Huelva o salazones de Barbate, hasta ensaladilla de ventresca, croquetas de chorizo ibérico o bocados en brioche como el steak tartar de vaca madurada. Los arroces amplían el recorrido hacia un almuerzo más pausado, mientras que los principales y una bodega muy centrada en los vinos de Jerez refuerzan el carácter del proyecto. Todo ello en un espacio contemporáneo, con barra protagonista y una atmósfera pensada para quedarse. «Es probablemente la apuesta gastronómica más importante del año . El chef es Javier Muñoz, que tiene uno de los mejores restaurantes de Jerez de la Frontera como es La Carboná. En Sevilla ha apostado por unas mesas altas y la barra, yendo sobrado de cocina. Encima ofrece una carta de vinos por copas que es espectacular . Este tipo de proyectos tienen que afianzarse, que aquí cuesta más, pero a poco que lo haga será un éxito asegurado. De momento, tiene una magnífica relación calidad-precio». Otra de las aperturas que más expectación ha generado este año en Sevilla es el regreso de Raíces, el proyecto más personal del chef peruano Daniel Cárdenas, que vuelve a escena tras su cierre en 2022. La reapertura se produce en una nueva ubicación, en la avenida de La Buhaira, y lo hace de la mano del grupo sevillano La Cañera. Raíces fue, desde su apertura en 2015, uno de los primeros restaurantes en Sevilla en mirar de frente a la cocina peruana y una temprana aproximación al universo nikkei. En esta nueva etapa, el discurso evoluciona hacia la cocina novoandina: una lectura actual del recetario andino que reivindica ingredientes como el ají amarillo, la papa morada o el maíz, aplicando técnicas contemporáneas y buscando un equilibrio entre platos fríos y elaboraciones calientes más complejas. No faltan, por tanto, ceviches, causas, leche de tigre, anticuchos y otros platos del recetario peruano. El proyecto se completa con la parte líquida, con guiños a la coctelería peruana y una selección de vinos que permita tanto el picoteo como el menú largo. Salinero apunta que «es la vuelta de un buen restaurante peruano a Sevilla . Fue el primero de tipo más formal que hubo en la ciudad. El chef peruano Dani Cárdenas regresa con la misma idea y concepto tras cerrar en 2022 y, además, lo hace con un grupo gestor más afianzado como es el caso La Cañera. Es una de las buenas noticias del año». Otra de las aperturas más comentadas y ambiciosas del año en Sevilla es Casa Inquieta , el proyecto que ha devuelto la vida —y el pulso contemporáneo— a la histórica Taberna del Alabardero, en plena calle Zaragoza. Bajo el lema «la Sevilla de siempre, como nunca», varios grupos hosteleros y empresarios se han unido para transformar esta casa palacio del siglo XIX en un espacio poliédrico donde conviven gastronomía, ocio y cultura, respetando el peso simbólico del edificio y ampliando su vocación más allá del restaurante clásico. El nuevo Casa Inquieta se articula en distintos niveles y ritmos. En la planta baja, una barra bistró de inspiración sevillana invita al tapeo informal, mientras que el antiguo patio se convierte en el patio Magnolio, ahora reconvertido en tablao flamenco con programación casi diaria pensada tanto para el público local como para visitantes. En la primera planta se mantiene el restaurante Alabardero Casa Inquieta, con una propuesta basada en el recetario tradicional andaluz —abacería, guisos, frituras y cocina de producto— y una puesta en escena cuidada, pensada también para comidas pausadas y encuentros de grupo. La azotea completa el recorrido con una terraza rooftop que amplía el mapa de espacios para el ocio diurno y nocturno en el centro. Detrás del proyecto están nombres como Rafael Cebolla, Ángela Barón, Raimundo Anido y Juan Manuel García–Genoveva Torres (Ovejas Negras Company), junto a Grupo Lezama y el apoyo de la familia Barbadillo. «Es un proyecto muy interesante y único por el lugar que ocupa y la oferta que ofrece . Falta todavía por saber cuál va a ser su concepto real, si va a estar enfocado al público sevillano o al turista, pero es cierto que el edificio, donde ha estado siempre la Taberna del Alabardero, y el tablao flamenco son un plus en pleno Centro de Sevilla». Avanzamos en el listado de las aperturas que más han dado que hablar este año en Sevilla con Sestogusto , el restaurante con el que el chef italiano Massimiliano Prete ha elegido la capital andaluza como punto de partida para su expansión internacional. No es un italiano al uso, aquí el foco no está solo en el relleno o los toppings, sino en la masa como eje absoluto del discurso gastronómico. El chef ha llegado a Sevilla con un proyecto muy definido, fruto de años de investigación en torno a harinas, fermentaciones e hidrataciones. El resultado son masas ligeras, digeribles y llenas de matices, concebidas como un producto vivo que evoluciona y marca el carácter de cada pizza. Ubicado en plena Plaza del Pan , en un local completamente reformado, el espacio acompaña esa idea de experiencia: cálido, contemporáneo y pensado para disfrutar sin prisas. Incluso hay un pequeño rincón donde adquirir algunos de los productos que forman parte de la propuesta. Con esta apertura, Sevilla suma un restaurante italiano que se aleja del tópico y apuesta por una lectura más técnica y reflexiva del mundo de la pizza, situando la masa en el centro del plato. « Es de agradecer que un pizzero tan famoso como el chef italiano Massimiliano Prete elija Sevilla para su primer local internacional . Hace unas masas muy crujientes, fermentadas, menos aireadas que las napolitanas. Se trata de una eminencia y han montado un local muy chulo en la Plaza del Pan. Un concepto distinto de pizzería», indica Salinero. Otra de las aperturas más singulares del año ha sido Zoco , un pequeño mercado gastronómico inspirado en los zocos tradicionales de Oriente Medio y el norte de África, con un concepto donde la comida, la cultura y el encuentro se mezclan bajo un mismo techo, invitando a disfrutar de distintas formas. El proyecto se estructura en tres conceptos que conviven y dialogan entre sí: Dekené , con una propuesta de cocina libanesa; Bebo , un bar de vinos con pinchos de inspiración oriental; y Kilo , la cafetería que completa el recorrido y amplía los momentos de disfrute. Detrás de Zoco confluyen dos trayectorias muy distintas pero complementarias: la de David Pareja , vinculado a Mano de Santo , y la de Anas Honeiny , arquitecto beirutí y alma de Fatouch , uno de los grandes referentes de la cocina libanesa en Sevilla. Más que un restaurante al uso, Zoco funciona como un cruce de caminos con diseño cuidado, ambiente envolvente y una propuesta pensada para compartir, descubrir sabores y quedarse un rato más. «Es un mercado que han abierto los del restaurante Fatouch, mezclando dos cosas que están de moda. Por un lado, los vinos naturales y las brasas. Y por otro, su apuesta por lo libanés . Lo han juntado todo en un espacio muy divertido . Es un concepto que pega más en Madrid, pero aquí está gustando mucho. Se come bien y está triunfando». Para completar este listado de las aperturas que más ruido ha hecho este año, toca hablar de Yokoso! , la nueva izakaya y ramen bar del equipo de IKI en la Alameda. Ubicado en la calle Amor de Dios, el proyecto traslada a Sevilla la versión más cotidiana y desenfadada de las tabernas japonesas. Aquí el protagonista es el ramen de Hokkaido, con caldos largos y reconfortantes, acompañado de una carta de bocados nipones pensados para compartir —gyozas, karaage, baos o brochetas a la parrilla— que refuerzan ese espíritu callejero y accesible. La propuesta se completa con cervezas japonesas y una selección cuidada de sake, en un formato pensado tanto para una cena improvisada como para alargar la sobremesa entre amigos. El local acompaña el concepto con una estética inspirada en el Japón urbano, con luces cálidas, neones, madera y un ambiente animado que encaja a la perfección con el pulso de la Alameda. Yokoso! no pretende replicar la alta cocina nipona, sino ofrecer una experiencia directa, sabrosa y muy viva, que suma diversidad al mapa gastronómico sevillano. Álvaro Salinero concluye que « es la apuesta de Iki por una cocina más informal, más de taberna izakaya . Se centran en la gyozas, el yakisoba y, sobre todo, tienen el mejor ramen de Sevilla, algo que es una carta de presentación inmejorable. En la ciudad no hay tanto fan del ramen, pero cada vez se están abriendo más restaurantes de este tipo».
