Más allá del debate medioambiental, el Proyecto de Singular Interés (PSI) del parque de ecoturismo y aventura de Toroverde dibuja un escenario de impacto económico sostenido en el tiempo, vinculado a un modelo turístico de gran escala poco habitual en el interior peninsular. La documentación oficial prevé un desarrollo por fases a lo largo de varios años , con un crecimiento progresivo tanto en afluencia de visitantes como en actividad económica. Según los datos recogidos en el PSI, el complejo alcanzará en su fase final hasta un millón de visitantes anuales , frente a los 280.000 previstos en las primeras temporadas de funcionamiento. Este incremento gradual permitirá acompasar la creación de empleo y la consolidación de servicios asociados al parque, al hotel y a la zona comercial integrada conocida como la Villa. El proyecto contempla, además, la construcción de un hotel con 240 habitaciones, distribuidas en edificaciones disgregadas e integradas en el entorno natural. En los momentos de mayor ocupación, la población diaria asociada al complejo, incluidos clientes y personal, superará las 1.600 personas , lo que da una idea de la dimensión operativa del parque. En términos laborales, el PSI estima una plantilla que irá creciendo con cada fase del desarrollo. En los años iniciales se prevén en torno a 450 empleados , cifra que aumentará progresivamente hasta situarse en más de 1.000 trabajadores en la fase de plena explotación. A este empleo directo se sumará el impacto indirecto en sectores como el transporte, la hostelería, el mantenimiento, la seguridad o los suministros. La fase de construcción, que se prolongará en el tiempo debido al carácter escalonado del proyecto, generará además actividad para empresas de obra civil, instalaciones, ingeniería y logística , con especial incidencia en el tejido empresarial de la provincia de Cuenca. El propio diseño por etapas permite repartir la inversión y el impacto económico a medio y largo plazo. Otro de los objetivos explícitos del proyecto es aumentar la estancia media de los visitantes en la provincia. El parque no se concibe como una instalación de visita puntual, sino como un destino capaz de atraer turismo de varios días , con efectos positivos sobre la economía de Cuenca capital y de los municipios del entorno, especialmente en alojamientos, restauración y comercio. Desde una perspectiva territorial, el PSI vincula el desarrollo del parque a la dinamización de una comarca afectada por la despoblación , apostando por un modelo turístico que genere empleo estable y desestacionalizado. La capacidad real del proyecto para cumplir este objetivo será uno de los indicadores clave para evaluar su impacto a medio plazo. Con estos datos sobre la mesa, el parque de Toroverde se perfila como una de las mayores inversiones turísticas previstas en la provincia en las últimas décadas, con un alcance que trasciende el ocio y plantea un nuevo escenario económico para la Serranía de Cuenca.
