Merz acaba el año como el canciller alemán más impopular
El discurso de Nochevieja del canciller es un evento seguido cada año por millones de alemanes y, por tanto, una oportunidad para calmar los ánimos, que en Alemania se encuentran encendidos debido a la crisis económica y la complicada situación internacional que afecta directamente al corazón de su industria.
Friedrich Merz, cuya impopularidad no baja del 70% entre los votantes del resto de partidos, aprovecha su primer discurso de Nochevieja para hacer balance desde su llegada al Gobierno tras las elecciones federales del pasado 23 de febrero de 2025 y repasar los principales retos a que se enfrentará el país y su gobierno en 2026. Tres cuartas partes de la población se muestra descontenta con el trabajo del Gobierno y, en especial, del canciller. En parte, porque éste había prometido grandes cambios más rápido que no se han cumplido.
Merz lamentó “el terrible conflicto bélico que asola Europa”. Según el jefe del Ejecutivo, dicha guerra amenaza directamente la libertad y la seguridad. Y destacó que, para ello, han “creado las condiciones financieras necesarias para fortalecer nuestra defensa”, así como la introducción del servicio militar voluntario. En marzo, justo antes de constituirse el nuevo Bundestag, el gobierno realizó una maniobra a marchas forzadas para aprobar de inmediato miles de millones para infraestructuras y el fondo especial para el ejército.
El canciller reiteró el miércoles, además, una afirmación que ya había hecho anteriormente: que Alemania es objeto “a diario” de “sabotajes, espionaje y ciberataques”, una situación que el Gobierno interpreta como una forma de “guerra híbrida”. Algo que el Gobierno ha denominado no estar en guerra, pero tampoco en paz. El presidente del instituto económico ifo, Clemens Fuest, una de las voces con mayor reputación en el ámbito del país, aseguraba el 26 de diciembre en entrevista con el diario Süddeutsche Zeitung que el país “necesita algo así como una economía de guerra” y criticaba la lentitud en la producción de armamento.
El líder de la CDU recordó la situación de los ucranianos durante estas fechas festivas, que “celebrarán el año nuevo por cuarto año consecutivo en las condiciones más adversas: muchos de ellos sin electricidad, bajo bombardeos de misiles y con miedo por sus amigos y familiares”. En Alemania siguen refugiados cientos de miles de ucranianos, es el segundo país en acogida de la Unión después de Polonia. El Gobierno alemán se ha colgado la medalla de haber recibido en diciembre las delegaciones estadounidense y ucraniana durante las negociaciones de paz.
En el ámbito económico, el endeudamiento masivo no parece haber tenido grandes impactos por ahora en la coyuntura económica, a pesar del esfuerzo por reconvertir industrias civiles a militares y el dirigente reconoció que Alemania se encuentra “bajo la presión de reformas necesarias, de altos costes y de conflictos comerciales a escala mundial”. Según explicó el político democristiano, a las empresas alemanas cada vez les resulta más difícil competir en el mercado internacional. Merz animó a sus compatriotas a “confiar en nosotros mismos, en nuestro valor y en nuestra capacidad de acción”, y a no escuchar “a los que infunden miedo ni a los agoreros”. Sin embargo, lo cierto es que la economía no crece desde 2019 y que no es solo la oposición quien ha lanzado alarmas, sino la propia patronal. El cierre de empresas y la destruccion de decenas de miles de empleos es una tendencia que, al parecer, se prolongaría en 2026 según la mayoría de pronósticos.
El canciller que lidera una coalición de democristianos y socialdemócratas aseguró que las reformas iniciadas para optimizar el gasto del Estado, que contemplan una reforma de las pensiones y de las ayudas sociales aprobada en diciembre, serán complementadas con más medidas que el Gobierno planea en estos momentos. “El año 2026 puede convertirse en un momento de renovación”, explicó un Merz esperanzado. Asimismo, aseguró estar convencido de que Alemania recogerá los frutos de las reformas, aunque ello requiera cierto tiempo. El canciller se vanaglorió de “reducir de manera decidida la migración irregular”, eso sí, con respeto a los derechos: “Para nosotros, humanidad y orden son dos caras de la misma moneda”.
El canciller de la CDU, sucesor de Merkel, lamentó el regreso del proteccionismo a nivel global y advirtió de que la “dependencia estratégica de materias primas se utiliza cada vez más como palanca política contra nuestros intereses”. En ese sentido, aseguró que “la relación con los Estados Unidos de América, que durante mucho tiempo fueron la garantía de nuestra seguridad, está cambiando”. La Unión Europea para Merz debería “volver a centrarse en sus tareas fundamentales: libertad, seguridad y bienestar”.