Narrativas conspirativas y antieuropeas permean en las protestas de agricultores a través de grupos negacionistas

Los agricultores españoles han comenzado a movilizarse siguiendo la estela de sus colegas de Francia, Bélgica o Alemania. Entre la amalgama de organizaciones que han convocado las protestas del sector primario han cobrado protagonismo algunos colectivos de nuevo cuño que arengan a los campesinos con teorías de la conspiración: recurren a los chemtrails para explicar la falta de lluvias, atribuyen la sequía a un supuesto plan urdido por el Gobierno y la Unión Europea o culpan a la Agenda 2030 de empobrecer el campo.

“Hay que tener presente que los chemtrails son otra de las causas de la pérdida de la agricultura (…) hay que ir a las sedes de las delegaciones del Gobierno y allí donde se toman las decisiones, plantar ahí los tractores hasta que hagan caso”, se puede leer en uno de los grupos de WhatsApp donde se coordinan las protestas de los agricultores de Madrid. El mensaje no procede de ninguna organización del campo, sino de una portavoz de Movimiento por España, una plataforma que se declara franquista.

Otro de los grupos que están llamando a la movilización de los agricultores es Movimiento Rural Español, una organización que se registró como partido político en junio de 2023 con el objetivo de concurrir a las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Entre sus portavoces figura Pilar Esquinas, fundadora de una plataforma que denuncia que el Gobierno destruye embalses para provocar sequías o que las estelas por condensación de los aviones obedecen a un plan para modificar el clima.

“Estos discursos perjudican a los agricultores”

“Estos discursos lo que hacen es perjudicar a la movilización y al propio sector”, opina Juan Ignacio Senovilla, responsable del área de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). Como explica este agricultor en declaraciones a Newtral.es, estos grupos “arribistas” surgidos en los últimos meses “no son representativos”, pero están tratando de capitalizar las protestas del sector primario —a su juicio— de la mano de la extrema derecha.

Lejos de culpar a los chemtrails o a la Agenda 2030 de los males que aquejan al campo español, las tres organizaciones agrarias mayoritarias —UPA, COAG y ASAJA— han anunciado movilizaciones que arrancarán en los próximos días para luchar contra “un mercado desregulado que importa productos agrarios de terceros países a bajo precio” y que, como denuncian, perjudica a los producidos en España y otros países comunitarios.

Según Juan Ignacio Senovilla, las principales reivindicaciones de las organizaciones agrarias representativas pasan por cambiar la ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir “prácticas desleales” —y que los precios cubran los costes de producción—, simplificar la PAC (Política Agraria Común), crear “reglas justas” en el mercado —de forma que, por ejemplo, los productos importados de Marruecos u otros países no comunitarios se acojan a los mismos parámetros fitosanitarios que los producidos en España— y paralizar las negociaciones de los acuerdos de libre comercio entre la Unión Europea y terceros países, como el Mercosur.

El principal convocante de las protestas de tractores que se celebran este martes en varias ciudades españolas, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos —que incluye a organizaciones territoriales como la Unió de Pagesos de Cataluña—, también recoge entre sus demandas la concesión de ayudas para paliar los efectos de la sequía, que el gasóleo agrícola esté bonificado directamente en el surtidor o que los seguros agrarios sostengan las rentas del campesinado, como han plasmado en un manifiesto.

Las otras reivindicaciones: grupos negacionistas culpan a la Agenda 2030 y a las élites globalistas

Al margen de las reivindicaciones mayoritarias, una de las nuevas organizaciones nacidas al calor de las protestas protagonizadas por los agricultores franceses está llamando a la movilización en toda España con unas proclamas bien distintas. Se trata de la ‘Plataforma 6F Sector Primario’, que responsabiliza a la “agenda globalista 2030” de la situación del campo e incluye entre sus demandas derogar las leyes de cambio climático y de bienestar animal, quitar las restricciones a los cultivos en zonas protegidas o eliminar subvenciones a las organizaciones agrarias.

La portavoz de esta nueva plataforma es Lola Guzmán Sáez, quien ha participado en la organización de distintas protestas contra la Agenda 2030, el “Nuevo Orden Mundial”, las vacunas o las “élites pedófilas”.

Para arengar a las protestas del campo, Guzmán se ha asociado con el bufete de abogados de Xaime da Pena, que financió la carpa instalada por Desokupa en Madrid el pasado verano. Según la portavoz de esta nueva plataforma, sus abogados darán cobertura legal a cualquier incidente que pudiera ocurrir durante las protestas de los agricultores.

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Estas narrativas conspirativas que aprovechan la movilización de los agricultores no son nuevas. Durante las protestas celebradas en mayo de 2023 frente al Ministerio de Agricultura, la plataforma SOS Rural instaló un escenario donde fueron pasando distintos portavoces del campo español explicando sus reivindicaciones. Sus intervenciones fueron acompañadas de otras voces como la de Pilar Esquinas y de grupos negacionistas que afirmaron que la sequía ha sido “provocada” por las élites, que la OTAN fumiga el cielo para que no llueva o que los ecologistas están favoreciendo la demolición de presas para acabar con los embalses.

Ideólogos y activistas de extrema derecha se infiltran en movimientos agrarios, según Correctiv

Una investigación de los periodistas alemanes de Correctiv —miembro de la red internacional de verificadores IFCN, al igual que Newtral.es— ha revelado que varios actores de la extrema derecha y grupos negacionistas que cobraron protagonismo durante la pandemia del coronavirus están aprovechando la causa de los agricultores para impregnarla con sus discursos.

Por ejemplo, citan al líder de Sajonia Libre, una organización considerada neonazi por la Oficina Estatal para la Protección de la Constitución de Alemania y que se habría unido a las protestas. A ellos se sumarían, según la citada investigación periodística, algunos canales prorrusos que convocaron movilizaciones a principios de enero con las que, aprovechando la causa agraria, incluyeron críticas a la ayuda que presta Alemania a Ucrania.