Los verdaderos villanos del plástico son los aditivos: “Hay miles, están poco estudiados y se añaden a productos ‘sostenibles’”

La doctora Ethel Eljarrat, investigadora química del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), lleva tantos años estudiando a los plásticos, sus aditivos y la salud que alguien podría pensar que tomarse algo con ella se convierte en un escrutinio. Plantó cara al bisfenol A, que terminó prohibido en productos para bebés. Pero reniega de la plastiansiedad. “Me niego a tener que renunciar a comer, a beber nada, a respirar porque también respiramos contaminación. ¡Me han llegado a preguntar si todavía bebo agua!” explica entre risas, al comienzo de este capítulo de Tampoco es el fin del mundo.

Ella enfatiza que lleva una vida normal. Pero es consciente de que hay muchas cosas que aún se desconocen, especialmente en torno a los aditivos que se añaden a los plásticos con los que convivimos, se reciclan o se sustituyen por materiales que se presentan como más sostenibles y terminan en bolsas de comida o suelos de parques infantiles. Y eso “no significa que automáticamente haya peligro o que haya que prohibirlos”.

Plástico y aditivos, más allá de un vertido de pélets: “en Tarragona lleva pasando desde hace años y no le prestamos atención”

La reciente crisis de los pélets plásticos (que en sí fue un desastre ambiental) en Galicia visibilizó el tema. Aunque preocupante, “no fue tan grave como parecía al principio”, explica Eljarrat. Sin embargo, aunque capitalizó la atención mediática, en la costa de Tarragona la presencia de mini y microplásticos “es mucho más significativa y persistente” debido a las pérdidas continuas de las fábricas cercanas.

Llevamos más de 70 años conviviendo con plásticos y no parece que hayamos desarrollado una epidemia de afecciones de salud relacionada. Pero estudios recientes sugieren que los microplásticos pueden afectar el sistema inmunológico, endocrino y cardiovascular. “No hay conclusiones definitivas”. Y, sin embargo, “hay más de 60 aditivos que se sabe son tóxicos para los seres vivos”.

Ingerimos, tocamos y respiramos esas sustancias. Pero beber de botellas de plástico, jugar en parques infantiles con suelo de caucho, tumbarse en un césped artificial o comer pescado con trocitos azules de plástico tampoco es el fin del mundo. “No vamos a morir o intoxicarnos, no tiene un efecto agudo”. Es launa exposición constante a plásticos y ciertos aditivos sumada a otros elementos perjudiciales en nuestra vida lo que afecta a la salud a largo plazo.

“Hay que seguir investigando” para descartar ciertos usos, buscar alternativas más sanas y sostenibles (no hay duda sobre el impacto ambiental de la sobreplastificación del mundo) y que el remedio no sea peor que la enfermedad y se presenten como ecológicas alternativas que no lo son. Pero, sobre todo, para no vivir con plastiansiedad, porque “el plástico es necesario” y hay que saber en qué usos es la mejor opción posible.

En este capítulo, Eljarrat da una serie de pautas de consumo que sí podemos incorporar en nuestro día a día. Tanto por nuestra salud como por el medio ambiente.

Escucha la entrevista completa y la historia sobre cómo una invasión de gusanos accidental sirvió para que Federica Bertocchini (Pasticentropy) descubriera unas prometedoras enzimas que degradan en plástico en poco tiempo. También, cómo Cinta Porte (IDAEA-CSIC) y sus colegas hallaron que la descomposición de bolsas vendidas como ‘sostenibles biocompostables’ deja más tóxicos que las convencionales, aunque eso no significa que no sean útiles ni tóxicas. Por qué el vertido de pélets del Toconao no se consideró ‘mercancía peligrosa’ ni es algo excepcional, de la mano del zoólogo de Greenpeace Manoel Santos. Y cómo, vertidos aparte, Melanie Bergmann descubrió tapones de FontVella de España en el Ártico. Narrado, guionizado y sonorizado por Mario Viciosa con la producción de Xulio Rodríguez. Suscríbete en tu plataforma favorita.

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