Los suicidios bajan por primera vez en cinco años aunque los expertos recuerdan que siguen en niveles muy altos 

En 2023, se registraron un total de 3.952 de muertes por suicidio, según los datos provisionales de defunciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados el pasado miércoles. 

• Supone una bajada de 275 suicidios respecto a 2022, aunque se debe tener en cuenta que los datos son provisionales.
• El informe apunta que, de esta manera, las caídas accidentales se posicionan como primera causa de muerte por causas externas, con 4.018 defunciones en 2023. 

“No es una buena noticia”. Javier Jiménez, psicólogo clínico y presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS) considera que “no debemos fijarnos en la los datos bajada sino en la media de muertes por suicidio. Si siguen existiendo alrededor de 4.000 suicidios anuales de media en los últimos años es señal de que no se está haciendo bien. No podemos hacer una valoración positiva”. 

• El experto apunta que los datos pueden resultar dudosos, ya que las caídas accidentales, ahogamientos o accidentes de tráfico, entre otros, “en muchos casos pueden ser suicidios encubiertos al estar tratados con otra denominación”: “Cada año existen aproximadamente 700 muertes por ingesta accidental de medicamentos, según concluyen las investigaciones”, sostiene.

Javier Bobes, Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y Jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital de Asturias, coincide en esta opinión y añade que “existen muchos factores que varían anualmente como para darle un valor real a ese mínimo descenso de mortalidad por suicidio”, como son los médicos que están trabajando en ese año o el nivel de comunicación “homogéneo” de cada CCAA.

• Según apunta el experto, España se encuentra en la tasa media de suicidios respecto a Europa, cuando hace unos años era baja. “Estamos subiendo y nos seguimos llevando la palma, pero parece que no importa”.
• Además, Bobes opina que estos datos de muerte por suicidio son “insuficientes” y “llegan tarde”, algo que hace que sean “difícilmente utilizables para la práctica médica y para crear planes de actuación”. 

No existe un Plan de Prevención de Suicidios en España. 

Paula Gª Valverde Fonseca, psicóloga especialista en suicidios, aplaude los pasos que se están intentando dar desde las instituciones para tratar la salud mental de los españoles pero piensa que “es un tema que sigue sin tomarse en serio”.

• “La iniciativa del 024 –el teléfono de atención al suicidio– es buena y sus datos también, pero los profesionales que atienden las llamadas no tienen ni la formación necesaria, ni se les cuida. Su prevención de riesgos laborales no va más allá de ponerles una silla ergonómica y no se tiene en cuenta que, constantemente, les está llamando gente con intenciones de suicidarse. La vocación no nos hace superhéroes y la muerte es muy seria”, concluye.

Es por ello que, al igual que sus colegas, reivindica un Plan de Prevención de Suicidios a las instituciones: “No queremos medidas de cartón piedra. Queremos que se nos dé nuestro lugar e importancia, tanto a los profesionales como a las personas que plantean riesgo de suicidio”. La psicóloga apunta que “cada paso cuenta, y queda mucho por recorrer”. 

Por su parte, Jiménez argumenta que “la salud mental es la hermana pobre de la sanidad” y pone de ejemplo los planes de actuación hacia las personas que se intentan suicidar: “Se les interna, como mucho, un par de días en la planta de psiquiatría de un hospital y ya se piensa que están bien. Realmente eso acaba siendo un proceso traumático y muchas veces necesitan más atención”.

• El psicólogo clínico sostiene que la psicoterapia no existe porque en las facultades no se enseña cómo tratar un intento de suicidio, “lo que demuestra la poca atención que se le da a estos casos, a las muertes por causas no naturales y a la salud mental en general”.