Objetivo: impedir otro 11-M. Despliegue policial sin precedentes por las elecciones
Según ha podido comprobar El Confidencial Digital, los servicios centrales de la Policía Nacional y las jefaturas provinciales recibieron, el pasado 1 de diciembre, una circular en la que el Director Adjunto Operativo, Eugenio Pino, anunciaba la puesta en marcha de un plan de seguridad extraordinario de cara a las elecciones del próximo 20 de diciembre.
En el escrito, al que ha tenido acceso este diario, se recuerda “la vigencia del Nivel 4 de activación del Plan de Prevención y Protección Antiterrorista”. Una situación de “alerta elevada” que, según los mandos policiales consultados, convierten a este operativo en “un despliegue sin precedentes para unas elecciones generales”.
Las mismas fuentes aseguran que tanto Interior como la Dirección del Cuerpo han aplicado a este despliegue el protocolo antiterrorista correspondiente al actual nivel de alerta “porque, teniendo en cuenta los precedentes de Francia y lo ocurrido en este país hace más de una década, hay que evitar a toda costa un nuevo 11-M”.
Blindaje a las sedes de los partidos...
El plan especial de seguridad difundido por la Dirección Adjunta Operativa tiene dos fases bien diferenciadas: la fase previa se desarrollará desde las doce de la madrugada del 4 de diciembre a las doce de la madrugada del 18 de diciembre; la fase operativa durará hasta las 9 de la mañana del lunes día 21.
En la primera fase, los policías nacionales deberán hacer frente a las siguientes instrucciones:
-- Incrementar las medidas de prevención e información para detectar cualquier acción que pretenda perturbar el normal desarrollo de los comicios.
-- Vigilancia y protección de los lugares de alta concentración de personas, especialmente las referidas a los transportes terrestres, aéreos y marítimos, áreas o edificios emblemáticos, así como las infraestructuras estratégicas imprescindibles para el normal funcionamiento de la actividad ciudadana.
-- Protección de actos y lugares relacionados directamente con el proceso electoral.
-- Protección de sedes de partidos políticos, federaciones, coaliciones o agrupaciones de electores que concurran a los comicios.
… y a los colegios electorales
Una vez acabada esa primera fase, el 19 de diciembre comenzará la segunda, llamada operativa, en la que se reforzará la vigilancia y la protección de las infraestructuras críticas y aquellas otras que presten servicios esenciales. También habrá un seguimiento especial de las redes sociales con el fin de detectar “movimientos encaminados a alterar el normal desarrollo de los comicios”.
Además, según explica el documento, los policías tendrán que cumplir con los siguientes objetivos:
-- Protección de los colegios electorales y sus inmediaciones durante la jornada electoral mediante dispositivos de seguridad fijos o móviles.
-- Garantizar el libre ejercicio del derecho al voto.
-- Protección y seguridad de cuanto esté relacionado con la confección, el traslado y la transmisión de los datos resultantes del proceso electoral.
Para el mejor funcionamiento de este operativo, las policías autonómicas y locales colaborarán, en el marco de sus competencias, de acuerdo con lo que se establezca en las respectivas Juntas de Seguridad.
Conclusión: todos los efectivos disponibles
La Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional ha pedido a las jefaturas superiores que tengan al mayor número posible de efectivos en activo para llevar a cabo el plan especial de seguridad. Incluso se recomienda a los agentes que soliciten votar por correo.
En el caso de que algún policía sea designado miembro de una mesa electoral, el DAO recuerda que deberá formular “excusa de aceptación” ante la Junta Electoral de la Zona, acompañando como justificante documental un escrito de su jefe, en el que se notifique que ha sido nombrado para formar parte de este dispositivo de seguridad.
Por último, el comisario Eugenio Pino ha informado, a través del mismo documento, que se restringirá la concesión de todo tipo de permisos al personal del Cuerpo Nacional de Policía, limitándose a aquellos que sean absolutamente indispensables y debidamente justificados.