"No sirve de nada tener leyes de discapacidad si no se aplican"
Los últimos cuatro años han sido fundamentales en la vida de Ramón Estévez. Ha terminado su licenciatura en periodismo y ha hecho un máster. Esa formación le ha permitido trabajar. Primero, en el departamento de Comunicación del Congreso de los Diputados, gracias a una beca; y ahora, en la ONCE, en Navarra. Este currículum podría ser el de cualquier joven español que, tras formarse, encuentra trabajo, algo complicado en estos años de crisis. Por eso, Ramón Estévez se siente “afortunado”, más aún si compara su situación con los datos generales de paro de personas que, como él, padecen una discapacidad.
-¿Cómo le han afectado las políticas del Gobierno durante la última legislatura?
-Como joven que accedía al mercado laboral me he visto afectado por medidas como la reforma laboral y otras “correctoras” de la crisis. Además, para mi creo que la situación ha sido más difícil aún, ya que las leyes que se centran en medidas para nosotros no se han podido aplicar por la crisis.
-¿Cuáles son esas medidas?
-Por ejemplo, la reserva de plazas de empleo público y privado para personas con discapacidad, que la ley sitúa en el 5% para la empresa pública y en el 2% para las privadas de más de 50 trabajadores. En la Administración Pública se hace una pequeña “trampa”, ya que si se colabora con algún centro especial de empleo no hace falta contratar a personas con discapacidad. En cuanto a la empresa privada, directamente no se cumple la ley.
-¿No hay sanciones?
-No, hasta ahora, no. Y por desgracia suele pasar que si no hay sanciones las leyes no se cumplen. Está muy bien tener legislación en materia de discapacidad, empleo, accesibilidad… pero, ¿de qué sirve tener esas leyes si luego no se aplican? Se convierten en papel mojado.
-¿Hay alguna medida entre las aprobadas en esta legislatura beneficiosa para su situación?
-Lo que se ha hecho es refundir alguna ley e incluir en la reforma fiscal una ayuda de 100 euros al mes (1200 euros anuales), deducidos en la declaración a familias que acogen en su seno a una persona con discapacidad. Es una medida electoralista que se ha hecho cerca de las elecciones, pero ha sido positiva.
-Habla de electoralismo. ¿Hay preocupación política por los discapacitados o los partidos sólo se acuerdan en tiempo de elecciones?
-Yo participo en una asociación juvenil de personas discapacidad visual y los partidos se reúnen con nosotros antes de las elecciones para que les ofrezcamos propuestas en materia de discapacidad y la verdad es que suelen recogerlas todas en sus programas electorales.
-¿Pero las cumplen?
-Ahí ya cambia la cosa… Cumplen pocas o ninguna. Pediría que se trabajase más y no sólo se recojan en un papel, sino que se lleven a cabo.
-¿Cree que su situación habría sido distinta si se hubieran aplicado otras políticas durante estos últimos cuatro años?
-Si se hubieran favorecido políticas de inclusión laboral de jóvenes, incluso de jóvenes con discapacidad, y se hubieran centrado un poco más en políticas de bienestar social y menos en las políticas económicas, las cosas habrían ido mejor, no sólo para mí, sino también para el resto de jóvenes de este país.
-¿Qué le pediría al nuevo Gobierno?
-Que se revisen y, sobre todo, se apliquen las leyes que existen para personas con discapacidad, especialmente las que se refieren a empleo y accesibilidad. Por lo general, los datos de paro de personas con discapacidad un 10% superiores a la media. Es muy grave que eso siga pasando. El nuevo Gobierno tiene que sentarse con agentes políticos y sociales para tratar de solucionar esta situación.
-¿Qué partido cree que puede representar mejor sus intereses?
-Los partidos que se presentan a las generales tienen cosas buenas y otras menos buenas, pero creo que no me adheriría a ninguno. Aun así, me parece muy positivo que haya varios partidos con opciones de ganar, me parece muy bien que haya más opciones.