Agosto marcó récord de calor en España y sólo junio dio un respiro a un 2024 anómalamente cálido

¿Eres de quienes tienen la sensación de que este verano de 2024 no ha sido para tanto en cuanto a calor? Puede que tengamos esa idea ante una temporada de incendios más o menos tranquila. Puede que recordemos la razonablemente lluviosa primavera. O ese junio de temperaturas marcadamente frescas. Todo eso es cierto. Pero los datos son tozudos. Llegó julio y, sobre todo, agosto y sus cuatro avisos por ola de calor. Y los récords se han vuelto a batir.

• Según Aemet, agosto ha sido el más cálido registrado en toda la historia de España. Más allá del calor del verano de 2024, Además, del primer al fin del octavo mes del año, nuestro país nunca había tenido un periodo de temperaturas medias tan altas, salvo en 2022. Empata a temperatura media con aquel año: 15,8ºC.
  
  
• El mes comenzó con la continuación de la ola de calor iniciado el 22 de julio que culminó el 13 de agosto. Llegó una dana que dejó lluvias torrenciales en Baleares. Después se produjo otro periodo cálido secundario para finalizar agosto.

Agosto, marcado por las olas de calor del verano de 2024 , aunque Aemet aún las evalúa

Se habla de que este verano de 2024 ha habido cuatro olas de calor en España. Sin embargo, desde Aemet, el meteorólogo Luis Bañón aclara a Newtal.es que esto es algo que se analiza a posteriori “una vez terminado el mes, pues es un concepto climatológico”.

• Desde 1975 hasta 2014 se registraron 6 olas de calor con una anomalía mayor a +3ªC, mientras que desde 2015 ya llevamos más de 16. Quizás el de 2024 no ha sido un verano de larguísimas olas de calor (como en 2022), pero sí de temperaturas extremas durante esos periodos y noches tropicales/tórridas recurrentes.

En unos días la Agencia ofrecerá sus conclusiones, pero Bañón adelanta que no sólo hay que fijarse en ellas para retratar al calor de este verano o de lo que llevamos de 2024. “Son especialmente llamativas, pero similares anomalías se están repitiendo durante casi todo el año”. Las no-olas de calor (porque no se asocian a incendios, sequía o consumo energético) pero que ya se han extendido por todo el calendario, disparando los registros, aunque sea en pleno enero.

Es posible que hayamos asumido estas temperaturas como normales, que nos hayamos adaptado. Pero, una vez más, los registros dan fe de cómo aumenta la muerte prematura entre grupos vulnerables y el riesgo de enfermedades o económico.