Primeros estudios: esta dana fue un 12% más intensa por el cambio climático
La dana que ha arrasado amplias zonas de Valencia hubiese sido la mitad de probable de no estar en emergencia climática. Empiezan a publicarse las primeras evidencias científicas que vinculan este episodio torrencial con el cambio climático. Aunque hay un amplio consenso a la hora de vincular esta dana concreta y el cambio climático, es cierto que son necesarios estudios complejos de atribución para afirmarlo con todo rigor.
El primero en aparecer, aún preliminar, es el de la World Weather Atributtion. La organización ha adelantado a Associated Press que el cambio climático es la explicación más probable. Hay, al menos, dos razones, ligadas a un incremento medio de temperatura global de +1,3ºC respecto a la era preindustrial:
- Es un hecho que las temperaturas del aire son cada vez mayores. La región mediterránea se calienta un 20% más rápido que la media mundial. El fin de semana anterior a las lluvias torrenciales sobre Valencia, una dorsal subtropical (lengua de aire caliente) ascendía desde Túnez a nuestras latitudes, encontrándose con el mar.
- : Las temperaturas del mar han batido récords en los últimos dos veranos, con picos de entre 28ºC y 30ºC. Aunque en estas fechas es menor, aún están por encima de lo esperable. El sábado, en concreto, la boya de Valencia marcaba 21,9ºC en superficie. Como explica a Newtral.es la física y meteoróloga de eltiempo.es Mar Gómez, estas condiciones son “combustible para la formación de fenómenos extremos”. La atmósfera se llena de humedad más fácilmente.
Las altas temperaturas en superficie, ligadas al cambio climático, hicieron que la dana provocase lluvias torrenciales en el interior. Los constantes vientos de levante llevaron el aire húmedo en ascenso hasta el interior, donde se formaron las nubes de tormenta, especialmente al encontrarse con las sierras del prelitoral.
Dana y cambio climático: “Esto es sólo la mitad de lo que nos espera en la nueva normalidad”
La dana, en sí misma (Depresión Aislada en Niveles Altos) ya lleva la marca del cambio climático. Hay indicios de que los patrones de circulación del aire en altura se están deformando de más, como explicaba aquí el meteorólogo y profesor Mario Picazo. Esto favorece que se descuelguen depresiones (algo parecido a borrascas que van por libre) de aire muy frío. Al chocar con el aire caliente, se producen temporales y precipitaciones violentas. Recuerda el catedrático de Geografía de la UA Jorge Olcina que “ha aumentado su frecuencia un 15% desde los años ochenta”.
Clair Barnes (Imperial College), experta de la WWA, cree que “basándonos en las precipitaciones registradas, hemos estimado que fenómenos similares se han vuelto aproximadamente un 12% más intensos y probablemente el doble de probables de lo que habrían sido en un clima preindustrial”.
“He oído a gente decir que esta es la nueva normalidad –añade Barnes– pero dado que actualmente estamos en camino de alcanzar un calentamiento de unos 2,6ºC en este siglo, estamos apenas a medio camino de la nueva normalidad”. Lo peor está por llegar si no se frena la quema de combustibles fósiles que está, en primer término, ante este calentamiento global con una velocidad sin precedentes en la historia de la Tierra.
El sexto informe del IPCC señala explícitamente a la emergencia climática como responsable de la mayoría de fenómenos climáticos extremos y, en particular, el 50% de ellos, relacionados con el agua. Otro análisis de Climate Central estima que la emergencia climática añadió humedad a esta y otras danas, haciendo que fueran entre 50 y 300 veces más probables sus episodios extremos.
Fuentes
Análisis de Climate Central sobre la dana de Valencia
Nota de la WWA sobre la dana en España
Clair Barnes (WWA), vía AP
Jorge Olcina (UA)
Mar Gómez (eltiempo.es)