Wolfsburgo/Berlín, 10 dic (dpa) - Exámenes externos, nuevas estructuras del grupo y "más Silicon Valley": esa es la estrategia presentada hoy por el gigante automotor alemán Volkswagen para hacer frente al escándalo de manipulación de los gases de emisión de sus motores diésel que hizo tambalear su imperio.El presidente de la junta directiva de Volkswagen (VW), Matthias Müller, abogó por ver "la crisis como una oportunidad". Sin embargo, siguen existiendo algunos problemas prácticos sin resolver, como la llamada a talleres de los vehículos afectados en Estados Unidos.Una de las principales consecuencias de la crisis es que el grupo quiere encargar a empresas externas que en un futuro lleven a cabo las pruebas de las emisiones de sus vehículos para evitar posibles problemas.Además, se deberán realizar "test de gases de emisión en la vida real", antes de que el automóvil llegue al mercado, informó hoy la cúpula de la automotriz en una comparecencia ante los medios en su sede en Wolfsburgo.Müller anunció además un cambio en la estructura de la empresa: la cúpula dirigirá de manera menos centralizada y algunos ámbitos de negocio deberán ser reestructurados."No permitiremos que la crisis nos paralice", declaró. Se debería ver la crisis actual "como un catalizador para que VW lleve a cabo los cambios que necesita", agregó Müller.El sucesor del defenestrado Martin Winterkorn quiere también modificar el ambiente de trabajo dentro del mayor fabricante de coches de Europa. En un futuro deberá ser posible "tratar los errores de manera constructiva y discutir abiertamente al respecto".Para ello, consideró, será necesario contar con ejecutivos y técnicos que no sean personas que digan sólo "sí", sino que sean inconformistas y curiosos. "El futuro dentro de Volkswagen pertenece a los valientes", afirmó.El jefe de VW abogó por una "política de puertas abiertas" de cara a los trabajadores y lograr un mayor "Silicon Valley" en Wolfsburgo. "Sólo así el grupo podrá hacer frente al futuro".De cara a la revisión de los once millones de automóviles afectados en todo el mundo, Müller, acompañado del presidente del consejo de supervisión de VW, Hans Dieter Pötsch, informó que los planes para solucionar los problemas siguen su curso.La llamada a talleres en Europa deberá concluir a finales de 2016. Los propietarios serán informados de manera individual si su vehículo necesita una actualización, indicó.En Estados Unidos, reconoció, la situación es notablemente más complicada porque requiere una mayor técnica. De momento no existe aún un plan para solucionar "de manera completa y concluyente" el problema que cuente con el visto bueno de las autoridades estadounidenses.El escándalo por la manipulación de las emisiones de los motores es la mayor prueba en la historia de VW, apuntó Pötsch. "Las consecuencias de la crisis serán probablemente notables", reconoció con la mirada puesta en las consecuencias financieras."Todavía no podemos estimar de manera final los costes", agregó Müller, al tiempo que insistió en que éstos no provocarán la venta de partes de la empresa para hacer frente al gasto."Los últimos dos meses fueron inauditos para nosotros. Nadie aquí podía imaginarse que nuestra empresa podría llegar a una situación como la que vivimos desde finales de septiembre", declaró Pötsch.Actualmente cerca de 450 expertos intentan llegar al fondo del escándalo. Junto a los trabajadores que realizan revisiones internas operan también los empleados del despacho de abogados estadounidense Jones Day, contratados por el consejo de supervisión. "Los dos grupos trabajan de manera independiente", informó Pötsch.De momento, VW no puede establecer cuántas personas son responsables de las manipulaciones. "Esto será posible cuando obtengamos los resultados finales", explicó. El objetivo es presentar una visión completa de los resultados en la asamblea general del 21 de abril de 2016, agregó.Sin embargo, consideró que el número de personas será relativamente reducido. "Creemos que es probable que sólo un número apreciable de trabajadores haya contribuido activamente en las manipulaciones", informó el presidente del consejo de supervisión.Hasta ahora se han recopilado más de 1.500 dispositivos de almacenamiento electrónico de trabajadores en busca de indicios o pruebas del escándalo. Además, se han llevado a cabo 87 entrevistas en el marco de las investigaciones, indicó. "A éstas le seguirán muchas más aún", anunció.# Información