Las Kellys y empleadas domésticas se movilizan para que se reconozcan sus enfermedades profesionales: “Si no, tomaremos acciones legales”
“Sin nosotras no se mueve el mundo” es el lema elegido por los colectivos Kellys Madrid y Territorio Doméstico para simbolizar la alianza entre las organizaciones de camareras de piso –limpiadoras de habitaciones de hotel– y empleadas domésticas, de limpieza y cuidados, unidas con un fin común: cambiar la legislación para que se reconozcan sus enfermedades profesionales.
- Después de más de diez años reivindicando sus derechos y denunciando una inoperancia institucional, sus representantes han abierto un proceso de diálogo con organizaciones sociales e instituciones para obtener cambios legislativos. Si la vía del diálogo no funciona, aseguran que “tomarán las medidas legales oportunas”.
- Este 30 de noviembre, celebran un acto de presentación del proceso en el Museo Reina Sofía.
“Somos un colectivo desatendido por ser mujeres que trabajan en casas”
Las voces de las trabajadoras. Lucrecia, portavoz de Territorio Doméstico, tiene 65 años y actualmente trabaja en una casa. Después de más de cuatro décadas limpiando viviendas, cuidando a niños y a personas mayores, padece de problemas serios de columna desde hace 19 años.
Ha sido tratada con calmantes e inyecciones. La han visto diferentes especialistas para valorar una operación, pero ningún médico le ha reconocido sus dolencias como una enfermedad fruto de su actividad profesional como empleada doméstica.
- “La gente piensa que planchando, limpiando en una casa, llevando bolsas de la compra, cargando niños o levantando a abuelos no nos pasa nada. Lo cierto es que limpiar cristales sin las medidas de protección y adaptación adecuadas, escurrir bayetas 200 veces a la semana o usar productos químicos diariamente produce un desgaste muy grande”, se queja Lucrecia en conversación con Newtral.es.
A María del Mar, portavoz de Kellys Madrid, le han reconocido una incapacidad del 55% a sus 62 años. Cuenta que desde hace 10 padece de varias patologías, todas ellas fruto de los casi 40 años que ha trabajado como camarera de piso en un hotel de lujo: cuatro hernias discales, bronquitis química, tendinitis crónica, desgaste de los manguitos rotadores y fuertes dolores cervicales. Además, la tienen que operar de dos metacarpianos.
- “Hay noches que no duermo del dolor y muchos días apenas me puedo mover del sofá. Los médicos me decían que eran dolencias del desgaste por la edad, que son enfermedades comunes, y que si no estaba de acuerdo denunciase”, relata.
- Mar señala que el 80% de sus compañeras van medicadas a trabajar y que no conoce a ninguna mujer de su profesión que se haya jubilado sana.
Ambas trabajadoras lamentan que, si sus enfermedades las padeciese una persona como consecuencia de cualquier otra profesión que se desarrolle fuera de una casa, “serían atendidas y reconocidas de forma inmediata como enfermedades profesionales”.
Falta de mecanismos de prevención de riesgos y pensiones bajas
Estas organizaciones, que quieren representar a todas aquellas mujeres que se dedican al cuidado y la limpieza tanto de forma remunerada como trabajando de amas de casa, aparte del reconocimiento de sus enfermedades como profesionales, reivindican:
Guías de protección y prevención de riesgos. Como te contamos en Newtral.es, hasta el pasado septiembre este colectivo no tenía derecho a la evaluación de riesgos de su puesto de trabajo o a exámenes médicos periódicos. Desde Kellys Madrid piensan que la medida es insuficiente: “En mi hotel nos hacen colocar los bajos de las cortinas de rodillas”, cuenta Mar.
Derechos laborales para tener una jubilación digna. Lucrecia teme no poder jubilarse a los 67 años porque ha trabajado toda su vida en casas pero no se le ha dado de alta en la Seguridad Social. Cuando lo consiguen, sus pensiones son bajas.
- “La temporalidad cada vez es más alta, porque la externalización es la tónica general. No hay leyes que nos protejan ni patronales que nos defiendan. Tengo compañeras que apenas llegan a los 500 euros de pensión”, lamenta Mar.
Fuentes
Entrevista con María del Mar, portavoz de Kellys Madrid
Entrevista con Lucrecia, portavoz de Territorio Doméstico