El PP logra sacar adelante su proposición no de ley para el desarrollo de un Plan Nacional de Flamenco

Pese a estar incluido desde 2010 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, el flamenco carece de un plan de impulso del desarrollo propio. Para ello, el PP registró una proposición no de ley (PNL) para conseguir arrancar el compromiso del Gobierno con el fin de que se pongan en marcha «políticas específicas para proteger y reconocer uno de los activos más importantes de la industria cultural de nuestro país». Esta propuesta del principal partido de la oposición quedó aprobada ayer en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados, por lo que la agrupación espera que desde el Ministerio de Cultura se empiece por fin a desarrollar los informes y estudios necesarios que permitan conocer el impacto cultural, social y económico del flamenco en España, así como la evolución del sector y del público. En ese sentido, la portavoz de Cultura del PP, Sol Cruz Guzmán, pide completar el Estatuto del artista , con especial implicación para este arte. El proyecto del PP ve necesario, asimismo, que desde el Ministerio de Cultura se elabore una guía de festivales, certámenes, bienales y espacios escénicos, «con la finalidad de difundir lugares y establecer calendarios públicos para poder disfrutar del flamenco en España». Proyección internacional Fomentar la proyección internacional del género está entre las previsiones de esta iniciativa, que aspira a implicar al Ministerio de Exteriores. «El ICEX y el Instituto Cervantes deberían ser abanderados del flamenco», señala Cruz. El desarrollo educativo es otro de los objetivos, por lo que también se colaboraría con este ministerio, las comunidades autónomas y el sector, con el objetivo de «elaborar diversas unidades didácticas e incorporar el flamenco en los contenidos educativos». La Proposición no de Ley del PP plantea también la creación de unos Premios Nacionales de Flamenco . La aprobación de la propuesta no garantiza que el Ejecutivo la tenga luego en cuenta, pues no es vinculante , pero sirve para poner a prueba el carácter dialogante del ministro de turno, en este caso Urtasun.