¿Te sientes diferente ? ¿Te consideras alguien raro que no encaja en lo que la sociedad considera normal? ¿Te han dicho alguna vez que eres demasiado sensible ? En esta extraña era de la complejidad y el contraste, del cambio y la aceptación, de la culpa y la libertad, de los valores y los antivalores, del ruido y el silencio, de la apariencia y el sentimiento.... Y de tantas otras dualidades; el Dr. Sergi Rufi ( @drsergirufi ), psicólogo y terapeuta invita en su obra 'La belleza de la rareza' (Libros Cúpula/Planeta) a aprovechar la «actual confusión cultural» para abrirnos a la contradicción humana y así comprendernos mejor. De hecho el propósito de su obra es aportar las claves para entender formas de ser, pensamientos, emociones y conductas para empezar a vivir de forma auténtica, sin vergüenza ni culpa , aceptando y normalizando las rarezas personales. En 'la belleza de la rareza' partes de la idea de que a los raros se les invita a menudo a que sean normales. Incluso llegas a decir que la «la verdadera locura debería ser forzar al diferente a ser normal», ¿Qué caracteriza a una persona normal? Alguien normal es alguien típico, convencional, estándar y alguien muy parecido a su familia o que vive mucho dentro de eses paraguas familiar y que replica, copia, imita y poco original. Es una persona que puedes leer o intuir fácilmente. Le gusta lo típico, hace lo típico, trabaja en lo típico, se queja de lo típico y se distrae con lo típico. Y no es que esté en contra de ello, sino que tengo preferencia por lo raro o por la gente rara. En realidad todos somos necesarios. El normal es el que sostiene y aguanta el sistema, el que lo replica. El raro es el que lo quiere cambiar. En tu anterior obra, 'Una psicología real', hacías referencia a aspectos de tu biografía que te marcaron. Y también lo haces ahora citando el concepto de «espeleología biográfica» como recurso «para liberar lentamente la culpa y la vergüenza heredadas»... ¿Qué significa? Esto de espeleología biográfica o emocional significa ir hacia adentro para buscarse, para buscar los pequeños traumas por los que se ha podido pasar, lo que ha podido ocurrir y lo que hace que seas como eres. La gente más normal cree que uno es como es porque sí. Pero hay unas causas, unos motivos, unos condicionantes, una familia... Lo que se hace con ello es comprender las causas y los motivos de vivir como vives. Pero la culpa no se va por hacer ese análisis, pues luego tienes que liberarte de ella soltando la carga emocional pendiente del pasado. Pero sí que es una condición previa hacer ese trabajo. «Tener como meta mejorar constantemente genera mucha tensión interna» Dr. Sergi Rufi También aseguras que es importante «tener ganas de ser quien uno es» y no intentar ir en contra de los instintos o de la intuición, ¿vivimos muy desconectados de ambas? Sí, vivimos desconectados del instinto y de la intuición . En el caso del instinto es algo que se relacionó con la culpa desde niños y que fue sustituido por normas, por obligaciones o por lo que «había que hacer». También sucede con la intuición, que es la parte mágica de la vida, esa parte misterio que te hace sentir que, sin saber por qué, has de ir por un sitio o por otro. Es la inteligencia intuitiva que es previa a la racional y lógica. Estas dos, instinto e intuición, se convierten en brújulas solo si nos hemos quitado la culpa y la vergüenza. Un ejemplo, si mi familia es muy normal me culpabilizarán de tener gustos, deseos e intuiciones raras. Otro ejemplo es la frase: «Trabaja en lo que te dé dinero, no en lo que te gusta». Aquí lo que te gusta tiene que ver con la intuición y lo que te da dinero está relacionado con la lógica racional. Pero al final todo está relacionado porque si te funciona el instinto y la intuición al final la razón va de la mano. No se convierten en rivales o enemigos internos. Para que sean amigos, no obstante, tenemos que permitirnos recorrer nuestro camino, con errores y fallos, hasta que poco a poco confiemos en nosotros y vivamos más de los que nos apetece y menos de lo que tenemos que hacer. Hay dos formas de vivir la vida, según apuntas, o bien replicándola o bien revolucionándola. ¿Cómo se vive cada una de ellas? Replicar es copiar la norma, seguir la norma, hacer lo que toca y lo que hay que hacer, hacer lo que te dicen que tienes que hacer o lo que la sociedad te dice que tienes que hacer; mientras que evolucionar significa salirte del centro, de lo típico y de lo común para buscar tu voz interior. La replicante es una vida basada en la familia y la evolutiva es una vida basada en el camino personal. Noticia Relacionada estandar No Un experto en neurociencia: «Tenemos déficit de sentir, nos encanta pensar la vida en lugar de vivirla» Raquel Alcolea David del Rosario, investigador en neurociencia y profesor universitario, invita a cuestionarse lo que creemos saber acerca del cerebro y nuestra relación con él en su obra 'Tú has escrito este libro' Aseguras que nadie elige de manera racional y voluntaria su tendencia natural ni el modo en el que vive la vida, ¿Y no se puede pasar de un lado a otro? No, no se elige. Son constantes internas que funcionan inconscientemente, antes que nuestro pensamiento racional, antes que nuestra educación. No puede haber un replicante que quiera ser evolutivo. Otro tema es que creas que eres replicante pero en realidad tengas una tendencia hacia la evolución y no seas tan replicante como piensas. Es complejo. También se da el caso de gente que quiere pero no puede. Y luego también se puede dar el aspecto temporal, relacionado con las etapas de la vida. «La propia mirada se amplía sola cuando toca». Esta frase de su libro apela justamente a lo que comentas de las etapas de la vida... Eso es, pues todo depende del contexto. Si a mí, de niño, me pasó algo grave, ya tengo la semilla de la inquietud y de la experimentación. Pero hay gente que no, que esa necesidad le llega cuando se le muere un familiar o le echan del trabajo o, en general, esa necesidad de evolucionar o de cambio les viene desde una crisis. Y a veces esa crisis puede llegar muy tarde. De hecho hay gente que se vuelve muy rebelde a partir de los 70 años, por ejemplo. Hablas del virus de la autosuficiencia y cabe preguntarse: ¿Por qué es tan importante pedir ayuda y dejarse ayudar? Nadie es una isla. No podemos solos con todo. Pensarlo es un error tremendo porque nos aísla. Tenemos una parte social y grupal muy necesaria. No hay nadie más solo que el que cree que puede solo con todo. De hecho esa idea entronca con el concepto de la «presión de la mejora constante» al que también haces referencia en la obra... Tener como meta mejorar constantemente genera mucha tensión interna . Implica levantarte cada mañana con el cortisol alto y con la parte bélica encendida para competir o para luchar. Es una sensación de estrés y de amenaza que te van construyendo de una forma bélica. Y precisamente hablaba de esto en 'Una psicología real' pues justo me refería a ello como militarización social en el que impera en el lenguaje expresiones como vencer, ganar, conquistar, batalla, enemigo... Lo bélico llama la atención a corto plazo porque da sensación de fuerte o un cierto impulso pero no es la clave porque nos destroza psicológicamente a medio o largo plazo. Es como un café, uno está bien pero diez al día te acaba destrozando y acaba desafiando tus nervios. «La mente es un lugar seguro cuando está calmada. Es como el mar, pues también puede ser un lugar inhóspito y difícil cuando está revuelto» Dr. Sergi Rufi Existen, además, estresores universales, esos que se pueden vivir en el día a día, y que es ahí precisamente cuando más tenemos que mantener a raya nuestra voz culpabilizadora, exigente o crítica... Culpabilizadora, exigente o crítica, sí... Pero no enemiga. La cuestión es que nos han dicho que no existen los estresores universales , que podemos con todo y que no deberíamos fracasar ni tener dificultades. Pero eso no es cierto porque todo el mundo vive esas partes difíciles de la vida y esos estresores. Todos alguna vez hemos vivido que nos hayan echado del trabajo o que nos deje la pareja o que tengamos dificultades para llegar a fin de mes o incluso comenzar una relación de pareja nueva, que eso también puede ser un estresor. Es importante elaborar o trabajar esa voz para no hacerle tanto caso y hacer que sea más calmada y más comprensiva. Hay que aprovechar esos momentos para darse más cariño y no más caña. ¿Puede ser nuestra mente un lugar seguro? La mente es un lugar seguro cuando está calmada. Es como el mar, pues también puede ser un lugar inhóspito, complicado y difícil cuando está revuelto, cuando hay mucha intensidad. Por tanto la clave no reside siempre en mirar hacia adentro pues también te puedes comer un tsunami. Es tan importante estar atento y centrado como estar descentrado y disperso de tu menta. ¿Cómo se puede saber si lo que te permites hacer, lo que naturalizas y dejas que forme parte de tu vida te hace bien? Permitirte todo internamente te hace bien. Hacer todo lo que te dé la gana, por fuera, no siempre te va a ir bien. Hay gente que no comprende que hay dos mundos, el interior y el exterior. También hablo de tener principios valores, gustos marcados... Calificas la culpa como «sentimiento adictivo» ... Antiguamente la culpa era saber más de lo que quieres saber, ser rebelde en el fondo. Y luego a lo largo de la historia se ha materializado la culpa a través de la presión. Pero es adictiva porque sin ella hay un vacío, pues está en todos lados. "La sensibilidad es la entrada para labrarse un camino personal" Y cuando hablas de los referentes también aclaras que no los elegimos voluntariamente sino que la conexión se da sin forzarla... Pero, ¿en qué disposición tiene que estar uno para que las cosas le elijan? En una disposición de apertura, conectado con tus sensaciones y con tu cuerpo. No sólo con tu cabeza ni con tu parte lógica, sino también con tu parte sensible y emotiva. Todos los gustos y deseos te conectan con esa parte. Las influencias externas encajan o sintonizan con nuestra forma de ser. Se habla mucho de aceptación en el ámbito de la psicología, pero es una palabra que se pervierte a menudo... Sí, mucho. Especialmente porque la aceptación no va de la mano de la prisa. La aceptación es un proceso, no es un suceso puntual. Es un proceso que puede ir más o menos lento y que incluye la parte emocional, cognitiva, social.. Es un proceso complejo que no se puede acelerar. «La paciencia y aprender a dejar pasar es imprescindible para ganar confianza». Con esta máxima nos explicas que dejar pasar los trenes no implica perder oportunidades... La paciencia te ayuda a ganar confianza y a tener criterio. El criterio emerge cuando te has permitido experimentar, sentir, fracasar, intentarlo tú mismo y luego intentarlo como otros te dicen y después comparar tus éxitos y tus fracasos... Y eso es lo que hace que vaya emergiendo un criterio propio, una brújula. Noticia Relacionada estandar No Mark Epstein, psiquiatra y budista: «Lidiar con tus emociones negativas hace espacio para el amor» Laura Pintos ¿Por qué aseguras que es tan importante tener espacios de soledad, con espacios y tiempos privados? ¿Qué pasa si no se tienen? Ser muy normar, ser uno más, copiar y hacer lo que todo el mundo hace. Porque el silencio y la soledad te permite experimentar y escucharte. Permite que emerjan pensamientos propios, análisis personales, reflexiones propias... Y todo eso te lleva a darte cuenta de quién eres tú frente al colectivo. El espacio de soledad es un espacio de madurez para encontrarte a ti mismo. Te das cuenta de las cosas y darse cuenta tiene que ver con tener conciencia de las cosas. "La aceptación es un proceso, no es un suceso puntual. Es un proceso que puede ir más o menos lento y que incluye la parte emocional, cognitiva, social.. Es un proceso complejo que no se puede acelerar" Dra. Sergi Rufi La sensibilidad, otro de los conceptos de los que hablas en el libro, suele relacionarse con la vulnerabilidad o la debilidad pero defiendes que es un valor que además conectas directamente con la capacidad para entender la belleza... Es un rasgo virtuoso porque nos hace sentir y ese sentir hace que nos demos cuenta de las cosas porque sentimiento y conciencia van de la mano. Soy consciente de lo que siento. Me doy cuenta de lo que me gusta, de lo que no me gusta, de lo que quiero y de lo que no quiero. La sensibilidad es la entrada para labrarse un camino personal. Pero además en la sensibilidad y en el sentimiento está todo lo bonito. Todo lo que haces, ya sea con respecto a las relaciones o a la creatividad parte de la sensibilidad. De ahí parte la educación, el buen gusto, la humanidad, los gestos humanitarios, la ética propia. Somos seres que sentimos, mucho más que racionales. El gusto y el deseo no lo elegimos, nos elige a nosotros desde la sensibilidad. Es la entrada al criterio propio. ¿Cómo se siente una persona siendo raro? ¿Te sientes juzgado? No, no me siento juzgado. Hay una rareza estética y otra de personalidad y a veces van de la mano. En mi caso, mi rareza es inclasificable y a veces se lían, pero ese lío no lleva al juicio. ¿Quién es el Dr. Sergi Rufi? Doctor en psicología y autor de 'Una psicología real', 'El arte de ser auténtico' y 'Manual de espiritualidad rebelde', lleva más de 25 años en el ámbito de la psicología y la espiritualidad. Durante años estuvo ligado profesionalmente al mundo académico en la facultad de psicología de la Universidad de Barcelona, donde fue docente e investigador. Ha dedicado los últimos doce años a la psicoterapia, acompañando a miles de personas a vivir con más conexión, sentido y autenticidad.