Emilio de Justo, tras cortar una oreja: «Siempre me he sentido muy comprendido en la Maestranza»

Emilio de Justo ha presentado la cara de la satisfacción, de más a menos, y tras cortar una oreja en el primer toro, Azafrán, lo que le ha valido para volver a sentirse importante tras recuperarse de su dura lesión, un daño que, como él mismo explicara a ABC, le ha dejado con secuelas y con la necesidad de medicarse por la rigidez del cuello. El torero ha aprovechado para agradecer el cariño del respetable y para recordar que «dentro de dos días» volverá a torear en el que para él es el palacio de los toreros, la Maestranza: «Estoy muy contento, feliz. Este es el palacio de los toreros. Siempre me he sentido muy comprendido en esta plaza». El torero de Torrejoncillo, en Cáceres, ha reconocido que tuvo momentos de mucha satisfaccón y alegría en una tarde muy importante para él con su primer toro: «Ha sido una faena bonita. El toro ha tenido mucha clase. La pena es que no tuviera más fuerza. Luego le exigí. La gente respondió bonito«. Tras el segundo, sin embargo, ha explicado que «la espada ha caído trasera», lo que para él pudo haber sido determinante para quedarse sin la segunda oreja: «La gente ha estado metida en la faena. Pude someter al toro, que en un principio no estaba definido. Ha sido una tarde muy importante. He dado otra vez un paso importante, hacia adelante. Me encuentro muy bien. Dentro de dos días estará de nuevo aquí». Por su parte, Ginés Marín ha optado por reconocer que no ha podido levantar a un toro sin fondo: «Esa forma de salir aburrido lo ha mostrado también en la muleta. Es una pena esa falta de trasmistir que ha tenido para llegar arriba. El toro tenia cosas buenas, pero le ha faltado fondo». El jerezano, con igual cara de contrariedad, también ha mostrado su pesar por no haber podido brindar una mejor faena: «Me voy sin triunfo. Es lo que uno viene buscando. El segundo ha sido un toro exigente, difícil. Ha habido tandas por el pitón derecho que me ha permitido que se viera la dimensión de torero que soy. Lo he podido matar hoy bien, pero no hablemos mucho de ello... a ver si voy a perder el sitio«.