El partido laborista, liderado por Keir Starmer , ha ganado abultadamente las elecciones en el Reino Unido con un resultado similar al del laborista Tony Blair en las elecciones de 1997. Starmer pone fin a 14 años de gobierno conservador—2010-2024— donde se han triturado a consecutivos primeros ministros por múltiples motivos: el 'partygate', la pandemia, el Brexit o la crisis de suministros. Rishi Sunak , primer ministro y líder del Partido Conservador, anunció el pasado 22 de mayo la convocatoria de elecciones anticipadas, aprovechando que la inflación se estabilizaba y bajo la idea de retar al partido Reform UK a una carrera contrarreloj. Tras conocerse la victoria de Starmer, el presidente francés Emmanuel Macron le ha felicitado públicamente diciendo que «continuaremos el trabajo iniciado con el Reino Unido para nuestra cooperación bilateral, para la paz y la seguridad en Europa, para el clima y para la IA». También dice quedar «satisfecho» tras haber conversado ya con el nuevo 'Premier'. Por su parte, Zelenski ha felicitado mediante X a los laboristas y aboga por trabajar juntos «por la paz y la seguridad internacionales ». Dentro de la alianza económica Commonwealth no han tardado en felicitar a Starmer por su logro. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha felicitado por la red social X al laborista Keir Starmer: «Queda mucho trabajo por delante para construir un futuro más progresista y justo para las personas de ambos lados del Atlántico. Vamos a ello, amigo mío». Al otro lado del pacífico, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, y su homólogo neozelandés Christopher Luxon se suman al carro de las felicitaciones a Keir Starmer por su holgada victoria sobre el expresidente Sunak. Con mensajes similares, ambos abogan por trabajar mano a mano en un proyecto de construcción común. En Reino Unido, la postura es unánime: los laboristas han arrasado las elecciones y la debacle de los Tories es pronunciada. Así lo refleja la BBC, que otorga la cabecera a Keir Starmer, el próximo primer ministro. De la misma manera, el progresista 'The Guardian' también pone el foco sobre el laborista Starmer. Además, entre los periódicos conservadores como 'The Times' o 'The Daily Telegraph' abren con los pesos pesados —o como ellos los denominan, 'big beasts'— que se quedan sin asiento. Liz Truss, la ex primera ministra británica conocida por su mandato de casi cincuenta días o Penny Mordaunt, exministra de Defensa, no cuentan con escaño para esta legislatura. Apuntan los medios británicos que esta bajada se debe a las peleas internas dentro del Partido Conservador, el primer ministro saliente, Rishi Sunak, por su parte, lo salva . También destacan la caída del nacionalismo escocés, que solo mantiene un puñado de sus asientos. En Francia restan importancia a la llegada de Keir Starmer al poder legislativo británico, como se aprecia en el medio conservador 'Le Figaro'. Solo el medio socialista 'Libération' abre con su victoria, mientras que 'Le Monde' habla de «reestructuración de la Cámara» y señala la aparición de la «extrema derecha» , los reformistas de Reform UK. Francia tiene la mirada puesta en la segunda vuelta de las elecciones legislativas del domingo 7 de julio. Italia lleva este viernes en portada la oleada laborista que invade el Parlamento del Reino Unido. 'El Corriere della Sera' y 'Stampa' utilizan el término «avalancha» , mientras que la 'Repubblica' calma las aguas. Desde Alemania también restan importancia; ponen el foco en el efecto Starmer de cara al mercado y del peso de la libra. En Estados Unidos los diarios abren con la celebración del día de la independencia, pero el 'Washington Post' y el 'New York Times' conceden una columna a las elecciones en el Reino Unido. Ambos van en la línea de acabar con los 14 años de poder 'Tory' . El 'Financial Times' y 'POLITICO' califican la victoria laborista de «histórica». Bloomberg se centra en que la victoria laborista, lejos de provocar una caída de la libra, provoca rebotes en los activos británicos . Los laboristas afrontan una etapa complicada en medio de una crisis migratoria. Con un sistema político desplazado a la derecha con Starmer como posición centrada, lejos de la de su predecesor Jeremy Corbyn , acusado por la prensa local de «extrema izquierda», se espera un Gobierno continuista en materia migratoria así como en las políticas de creación de riqueza. La gran diferencia reside en una postura más próxima hacia las relaciones comerciales con la Unión Europea, aunque no se valora que el Reino Unido revierta el proceso del Brexit .