353 días son los que han pasado desde que Íñigo de Lorenzo hincó rodilla en el Estadio Cívitas Metropolitano para pedirle matrimonio a Noelia Bonilla . El empresario sorprendió a su pareja con una pedida de mano que se viralizó en las redes sociales y que llegó después de que acudieran al campo del Atlético de Madrid para hacer «supuesto 'tour'» que derivó con el «sí más importante y bonito de mi vida». Durante estos meses, ambos han estado inmersos en preparar el que, sin ninguna duda, ha sido uno de los días más importantes de su existencia. Este 12 de julio, la Iglesia de San Jerónimo el Real, ubicada en el centro de Madrid, fue testigo del 'sí, quiero' ante centenares de invitados que estimaron ser testigos de la unión matrimonial. Como marca la tradición, el primero en llegar fue el novio, quien, ataviado con un traje de la sastrería Jajoan, procedió a entrar al monasterio ante la atenta mirada de los asistentes. Lo hizo acompañado de la madrina, su progenitora. Y unos minutos más tarde llegó la novia con un coche Rolls-Royce Silver Wraith que no pasó inadvertido para los transeúntes. Noelia Bonilla lució un precioso vestido, diseñado a medida, de Silvia Fernández -en la fiesta portó otro de la misma firma-. Señalar que confió en Eugenio Lumbreras para las joyas. Tras su emotiva entrada a la iglesia, comenzó la ceremonia religiosa que duró una hora aproximadamente. Así, ante los vítores de sus amigos y familiares, salieron a la calle ya convertidos en marido y mujer. Ni las tórridas temperaturas frenaron que cerca de 300 invitados asistiesen al 'sí, quiero'. Entre ellos, rostros conocidos como Olivia de Borbón, Julián Porras, Álvaro Muñoz Escassi , Juango Ospina, Óscar Gil, Fernando y Paco Sanz , vástagos de Lorenzo Sanz , Horacio Morell , presidente de IBM España, Portugal, Grecia e Israel y Mar Torres . Tras la ceremonia, todos pusieron rumbo a La Borda del Mentidero para disfrutar de la fiesta. Como ha podido saber ABC, antes de la música, que duró hasta horas altas de la madrugada, los novios deleitaron a los asistentes con una cena, formato cóctel, compuesta por platos muy variopintos. Entre los 17 platos que integraban el menú destacaron la tosta de salmón marinado en remolacha con aguacate, crema agria y trufa, el ceviche de corvina con leche de tigre y rocoto, las samosas de cochinita pibil con pico de gallo y la vieiras a la plancha con falso rissotto con trufa y, por último, una parrilla. Respecto a la bebida, los novios apostaron por vino blanco Marqués de Riscal Verdejo y por vino tinto Viña Real Reserva Magnum. También confiaron en The Macallan, Equipo, Atípico, Bussion y Maestro Dobel para los Córners. Así, entre aplausos, sorpresas, música y emoción, los novios festejaron su unión matrimonial con sus allegados. El broche de oro a una relación sentimental que les ha colmado de felicidad durante todos estos años. ¡Vivan los novios!