El pebetero olímpico fascina a parisinos y turistas

A la Torre Eiffel iluminando majestuosa el cielo de París por la noche le ha salido este verano un inesperado competidor: el pebetero olímpico. El recipiente de la llama olímpica ya creó sensación el pasado 26 de julio durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 al elevarse en un globo aerostático dorado a 60 metros de altura, tras ser encendido por la exatleta francesa Marie-José Pérec y el yudoca Teddy Riner. El pebetero olímpico, 100% eléctrico y que no utiliza combustibles fósiles, no es sólo un símbolo de estas Olimpiadas, sino que se ha convertido en la nueva atracción turística de París . Fascina, por igual, a los parisinos y a los turistas, que lo inmortalizan de día y de noche con sus cámaras de fotos y sus teléfonos móviles o se hacen un selfi para llevarse a casa un recuerdo de este curioso artefacto volador. Prueba de su éxito es que los 100.000 billetes gratuitos para ver de cerca la llama olímpica en el Jardín de las Tullerías que los organizadores habían puesto a disposición del público se han agotado en menos de 24 horas, según la cadena de televisión BFMTV. Cada día está previsto que lo visiten 10.000 personas. En un principio, se exhibirá en el corazón de París hasta el 10 de agosto, víspera de la clausura de los Juegos. Durante el día, el pebetero está en el suelo visible para los paseantes y curiosos que visiten de 11 de la mañana a las 7 de la tarde este céntrico parque parisino, pero por la noche se eleva iluminado sobre el cielo de París . Aquellas personas que no tengan el ábrete sésamo en forma de código QR para acceder al Jardín de las Tullerías, pueden ver el pebetero volando majestuoso al anochecer desde otros puntos de la ciudad. Ante tanto éxito de público, el diseñador francés Mathieu Lehanneur , creador del pebetero olímpico de París 2024, ha pedido que éste permanezca instalado de forma permanente en el Jardín de las Tullerías tras los Juegos Olímpicos. «Más rápidos, más altos, más fuertes... Juntos... A este lema del olimpismo, mi objetivo es añadir: más bellos, más ligeros, más generosos», dijo Lehanneur, cuando se reveló en febrero de 2023 que él sería el que diseñaría el pebetero. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se ha mostrado a favor de conservar tres símbolos de los Juegos Olímpicos cuando terminen las competiciones: los aros olímpicos de la Torre Eiffel, el pebetero y las estatuas de mujeres que se pudieron ver durante la ceremonia inaugural. «Estos tres objetos forman parte sin duda de los objetos icónicos, también del legado de los Juegos, que querremos conservar», dijo la alcaldesa socialista, que calificó el pebetero de «objeto extraordinario» que se exhibe actualmente en un lugar «magnífico». El Jardín de las Tullerías es un parque público, situado entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia, cuyo nombre proviene las antiguas tejeras (tuile significa teja en francés) que había en ese emplazamiento. Este original pebetero contiene « una llama sin combustible, hecha de agua y luz, que no quema, pero ilumina », explica la empresa eléctrica francesa EDF, que asegura que «en una época de calentamiento global, el anillo de la llama transmite un fuerte mensaje: el de un futuro más responsable, un futuro eléctrico». Este pebetero se ha convertido en uno de los símbolos fuertes de París 2024 con un anillo de llamas de siete metros de diámetro, 100% eléctrico y sujetado a un globo que rompe moldes. Los equipos de EDF trabajaron tres años en este proyecto y realizaron muchos prototipos hasta lograr dar con el diseño final. «El anillo de llamas incorpora 40 focos con una potencia luminosa equivalente a 4 millones de lúmenes y 200 boquillas nebulizadoras de alta presión. El consumo de agua, de unos 3 m3 por hora cuando el pebetero está en vuelo, se reduce a 2 m3 cuando está en tierra, en el Jardín de las Tullerías», precisa EDF. El diseño del pebetero, que recuerda al de una canasta con un globo, rinde homenaje a los hermanos Montgolfier , inventores franceses del globo aerostático. Los hermanos Montgolfier hicieron su primer vuelo pilotado por humanos en 1793 en París. La llama olímpica, que como es tradición se encendió en Olimpia (Grecia), fue transportada por 10.000 relevistas desde Marsella a París, recorriendo 450 localidades tanto en la Francia continental como en los territorios de ultramar. Con el encendido del pebetero en la ceremonia de apertura dieron oficialmente comienzo el pasado 26 de julio los Juegos Olímpicos de París 2024.