Tras un inicio de verano tranquilo en cuanto a grandes incendios se refiere en la Comunidad de Madrid, en la que se ha vivido un mes de julio sin apenas fuegos de relevancia, agosto comienza recordándonos los peligros que entrañan las altas temperaturas e imprudencias para los pastos y los campos. El último fuego, el más reseñable, es el de Loeches, que comenzó el miércoles pasadas las 14.15 horas en una zona forestal y ha arrasado entre 500 y 700 hectáreas de pasto, olivar y arbusto, aunque a las 22.30 horas de este jueves ya se daba por controlado . De hecho, agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Madrid investigan ya a 4 personas como responsables del inicio del incendio y las primeras pesquisas realizadas por el Seprona han determinado que la causa fue una «imprudencia grave» , al estar realizando los investigados «trabajos con maquinaria agrícola pesada». Concretamente, según han indicado a Europa Press fuentes de la investigación, habría sido una chispa de una cosechadora que estaba segando en una finca de la localidad la que habría originado las primeras llamas, que se extendieron rápidamente por la sequedad del terreno. Los operarios de la cosechadora y el agricultor del terreno intentaron apagar el fuego con sus medios, pero no lo lograron, por lo que avisaron rápidamente a las autoridades. Por ello, a estos hombres, de entre 37 y 50 años, se les atribuye ya un delito de imprudencia grave. En ese sentido, la Guardia Civil recuerda que el Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (INFOMA) tiene activado el nivel de alto riesgo de incendio, lo que incluye determinadas prohibiciones de maquinaria agrícola que pueda generar deflagraciones, chispas o descargas. Los Agentes Forestales también están investigando lo sucedido. El de Loeches, por desgracia, no ha sido el único fuego en los últimos días. La rápida intervención de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, Brigadas Forestales y Agentes Forestales, así como de vecinos voluntarios, permitió que quedara en conato un incendio en la zona situada entre La Penosilla y El Tomillar, en el Monte Abantos de San Lorenzo de El Escorial. El incendio se dio por controlado sobre las nueve de la noche de este jueves, aunque se mantienen los medios realizando labores de vigilancia y control. En total ha afectado a unos 1.600 metros cuadrados de terreno. El consistorio de la localidad ha mostrado su agradecimiento a las distintos efectivos de emergencias por su labor para controlar el fuego, que a muchos vecinos les ha hecho recordar el trágico incendio de Abantos el 20 de agosto de 1999. Por otra parte, los servicios de Emergencias también están trabajando en la extinción de un incendio que se declaró en Cercedilla, lindando con El Espinar (Segovia). Además, otro fuego, este en la zona de El Molar, a unos 60 kilómetros al norte de Madrid, se desató a primera hora de la tarde del jueves . Este incendio se inició en un camión que transitaba por la autovía de Burgos (A-1), por lo que se tuvo que cortar un tramo de esta importante carretera en sentido entrada, a la altura del kilómetro 43, según informó Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid. Hasta el lugar se desplazaron 15 medios (3 aéreos y 12 terrestres), de Bomberos de la Comunidad, Brigadas Forestales y Agentes Forestales. La primera llamada al 112 ha tenido lugar a las 15.09 y solo en 15 minutos las rachas de viento propagaron las llamas a la zona aledaña a la carretera.