El truco casero de mezclar una cuchara de Nivea con limón que está siendo un éxito en los hogares de España

El boca-oreja suele ser un perfecto aliado contra la limpieza , ya que es habitual que los consejos se conozcan por medio de allegados. Así, es frecuente que uno reciba referencia sobre nuevos productos a probar por sus beneficios, o quizás menos típico pero más chocante, que se transmitan trucos caseros cuyos efectos sean difíciles de imaginar. Seguro que alguno ha escuchado hablar, pues, de mezclas insólitas de productos con las que dejar una estancia o un artículo como los chorros del oro. En los últimos tiempos ha empezado a escucharse, hasta el punto de convertirse en viral, el espectacular resultado que ofrece una peculiar combinación. La protagonista de esta historia es la mítica crema hidratante Nivea , un clásico en muchos hogares. Y es que cada vez más se está están mostrando en los últimos tiempos como mezclar un poco de Nivea con limón puede ser muy útil para la limpieza y cuidado de las prendas y complementos de cuero, desde chaquetas y faldas hasta bolsos y cinturones, que tienen una alta durabilidad siempre que tengan un buen mantenimiento .   Para estos artículos existen múltiples productos en el mercado y además cada vez más marcas venden para sus productos complementos para su cuidado, aunque muchos evitan hacer esta compra extra . Por esto es de gran utilidad saber que con Nivea y limón se puede conseguir su mantenimiento. Su uso es sencillo: con una mezcla de ambos productos se pueden eliminar manchas o simplemente el paso del tiempo y dejar las prendas de cuero como nuevas. Su éxito radica en que con la crema se aporta s uavidad e hidratación, mientas que el limón le aporta el toque desinfectante. En concreto, los expertos virales instan a utilizar la parte blanca de la cáscara de limón porque es rica en pectinas y glúcidos y tiene propiedades limpiadoras. La mejor combinación es hacer la mezcla a partes iguales en un recipiente, que resulta en una pasta. A partir de aquí el consejo pasa por impregnarla con suavidad, haciendo especial énfasis en las zonas más desgastadas o sucias. Tras su aplicación se recomienda usar un paño húmedo para retirar cualquier resto y repetir la acción con otro seco para tratar de minimizar la humedad. En todo caso, es recomendable hacer primero una prueba en una pequeña zona poco visible por si el truco fallara.