Cuando llega el verano, la capital se divide en dos: la urbe pura y dura y otros lugares cercanos pero muchos más frescos . Trassierra, Las Jaras, Cerro Muriano, algunas zonas de Alcolea o áreas diversas de parcelaciones, se convierten en el lugar elegido por muchas familias para alejarse lo suficiente del mundanal ruido y todavía más de los precios prohibitivos que existen en las zonas costeras. Las casas y chalés de alquiler veraniego suponen una forma idónea de esparcimiento todavía asequible, sobre todo cuando diversos amigos deciden irse juntos y compartir los gastos de inmuebles grande s , con terreno adecuado y piscina. Se trata de un veraneo cerca, pero suficientemente lejos, que todavía está al alcance de un porcentaje aceptable de la población, mientras la playa se convierte cada vez más en un lujo o en una estancia especialmente corta. Aquel mes entero a la orilla del mar pertenece al recuerdo de aquellos que lo disfrutaron hace décadas. Sixto Roig es el presidente de la Entidad Urbanística de Conservación de Las Jaras, y además dueño de una vivienda rural en la zona, una de las más requeridas junto a Trassierra para pasar el verano por parte de las familias cordobesas. De hecho hay una parte de población residencial pero otra buena parte solamente temporal. Es ahora en verano cuando está al cien por cien « sobre todo desde la pandemia , cuando el alquiler turístico empezó a funcionar muy bien». Hasta esa época la ocupación era, evidentemente, muy alta, pero no llegaba a estas cotas, afianzadas ahora por los precios muy elevados en la costa . Como responsable de una vivienda rural en la zona , Roig precisa que los precios para el alquiler en verano se mantienen desde hace unos dos o tres años . Esto hace posible la competencia con la costa. Y es que, por ejemplo, según un estudio del grupo Tecnitasa, los alquileres vacacionales en la playa se han incrementado un 10% con respecto al año pasado , pero hasta un 40% en comparación con el 2020. Según este mismo estudio el alquiler medio si se opta por el mar en lugar de la montaña llegaría a los 1.160 euros a la semana de media. Por su parte, Tinsa Research, la sociedad de tasación más importante del país, sitúa la subida con respecto al año anterior en un 8,9 por ciento interanual en el primer trimestre de 2024. Según esta misma entidad, en el 2023 ya se produjo una subida del 11%, o sea, casi el 20% en dos años. Ante eso, por ejemplo, el presidente de la Entidad Urbanística de Conservación de las Jaras pone cifras reales al alquiler en esta zona de Córdoba: entre los 180 euros y los 250 euros al día . Una media de 215 euros. Puede parecer alto, pero tiene ciertas peculiaridades, ya que no hablamos de pisos, sino de casas «muy grandes, con piscina, con capacidad para diez o doce personas , que no solamente disfrutan quienes duermen allí, sino otra parte de la familia o amigos que suben a visitarlos», detalla Roig. Normalmente el alquiler mínimo exige una semana , y por la situación económica del país resulta infrecuente que alguien esté ya más de quince días. «Aquello de un mes no lo tiene ya nadie, creo yo», concluye. Por su parte, Luis Gómez, de la inmobiliaria El Arcángel, es un buen conocedor de la zona. Su empresa tiene ahora mismo alguna casa en alquiler en Trassierra. En su caso llama la atención sobre un fenómeno que está observando, y que tiene también cierta relación con este alquiler veraniego. «Tengo una gran demanda de gente que quiere vender sus pisos para comprar su parcela en Trassierra , o bien en el Aeropuerto o Las Quemadas». Estas observaciones empezaron a materializarse también desde la pandemia , que parece haber influido decisivamente tanto en la elección de vivienda permanente como en la naturaleza del ocio en los meses estivales. Los precios que maneja para el alquiler vacacional por su experiencia están en torno a los 800 a 1.500 euros semanales para casas con capacidad para un par de familias, dependiendo esos precios de sus prestaciones y tamaño. «Los precios están muy caros y muchas personas tienden a este tipo de alquiler vacacional para compartir, así la división de lo que cuesta entre dos o tres resulta mucho más asequible », apunta Gómez. En cualquier caso, este experto inmobiliario advierte sobre que el precio del alquiler rural también es considerable, sólo que no tanto como el exagerado de la playa. «Hay casas rurales que llegan a pedir unos 3.500 el mes pero es verdad que están de categoría », señala.