La higiene personal es algo que llevamos a cabo las personas para cuidar nuestra salud y mantener un nivel de pulcritud con el que encontrarnos cómodos. Ya sea para eliminar la suciedad del día a día o después de una sesión intensa de deporte en la que hemos sudado mucho, las duchas o baños suelen realizarse diariamente o al menos con una frecuencia de varias veces a la semana. Esto depende de varios factores, por ejemplo, no es lo mismo un adulto sano que lleva un ritmo de vida activo, que probablemente sí se duche todos los días, a una persona mayor que apenas tiene movilidad y no realiza demasiadas actividades, en cuyo caso las duchas se pueden espaciar a varios días, aunque se mantengan unos mínimos de higiene diaria. Una vez tenemos esto en cuenta, y poniéndonos en los casos más habituales de personas que se duchan a diario, puede haber una cuestión que también depende de diversos factores y puede generar la duda de si hay alguna ventaja o perjuicio en el momento del día en el que nos duchamos, concretamente, la pregunta sería si es mejor ducharse por la mañana o por la noche o si da igual cuándo hacerlo. En este debate, que puede resultar muy personal, hay quien dice que es mejore ducharse por la mañana para despejarse mejor y empezar el día, mientras que otros afirman que lo más adecuado es hacerlo por la noche para relajarse y meterse a la cama limpio. Aunque ambas partes tienen algo de razón, hay estudios científicos que hablan sobre estas teorías Desde la Clínica Cleveland, afirman que es bueno ducharse tanto por las mañanas como por las noches, coincidiendo con la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), que afirma que no hay evidencia científica para recomendar un momento del día por encima del otro a la hora de ducharnos. Aún así, un estudio de 2022 realizado por SleepFoundation.org sobre adultos de más de 18 años, indicó que el 80,9% de los participantes indicaron que preferían ducharse por la mañana. El motivo, según la profesora en psicología de la Universidad de Harvard, Shelley Carson, es que esto puede ayudar a que potenciemos la creatividad a lo largo de la jornada de trabajo porque, al ducharnos nos solemos tranquilizar y «tus procesos cognitivos se relajan, renuevan y regeneran». Además, si elegimos ducharnos por la mañana y con agua fría nos 'espabilaremos' más, regulando los ritmos circadianos y ayudando a liberar serotonina, cortisol, dopamina y norepinefrina por el impacto que tiene el agua fría en el cuerpo. Respecto a las duchas nocturnas, también se puede tomar como un marcador circadiano , indicando a nuestro cuerpo que es hora de relajarse antes de ir a dormir. Según Janet K. Kennedy, experta en sueño: «La ducha vuelve a elevar artificialmente la temperatura y permite un enfriamiento más rápido, lo que parece acelerar el sueño». Por otro lado, Alok Vij, dermatólogo de la Clínica Cleveland, explica que ducharnos por la noche «ayuda a eliminar toda la arena y la suciedad, las toxinas ambientales y los contaminantes que podrían afectar negativamente a la piel», algo que puede contribuir a un mejor descanso. Así, no hay una respuesta clara a si es mejor ducharse por la mañana o por la noche, pero sí que podemos adaptar el momento de hacerlo a nuestras circunstancias vitales y personales, de modo que le saquemos el máximo partido a este hábito tan común y cotidiano.