La lluvia caída en el último año hidrológico -arrancó el 1 de octubre de 2023 y acabará el 30 de septiembre- ha superado hasta julio en Córdoba en casi un 21% a la serie de los 25 años anteriores , según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Y eso es noticia , porque la provincia se encamina a romper un ciclo de cinco ejercicios hidrológicos en los que el agua caída del cielo se quedó por debajo de lo que cabría esperar de acuerdo a los registros históricos. Ello ha supuesto un alivio para la agricultura y también ha contribuido, por ejemplo, a que el agua potable regresara antes a los grifos del Norte , que estuvieron sin ella entre abril de 2023 y ese mismo mes de 2024. De acuerdo a los informes de la CHG, del 1 de octubre del pasado año hasta el 31 de julio, la lluvia media registrada en esta cuenca en Córdoba es de 651 litros por metro cuadrado . Esa cifra se sitúa un 20,8% por encima de la media de los 25 años anteriores , que fue de 539. Se contabilizan 112 litros por metro cuadrado más. La provincia se dirige a romper un lustro en el que las precipitaciones se quedaron por debajo de la media del cuarto de siglo anterior . Queda aún por conocer los datos que arrojarán agosto y septiembre -meses de verano y, por lo tanto, en los que poco se usa el paraguas- pero es seguro que este año hidrológico se saldará al fin con más lluvias de las que se podía prever según la serie histórica. Esta última se deberá recalcular sacando de la ecuación el ejercicio 97/98 e introduciendo el 22/23, un periodo de sequía en el que el líquido elemento llegado del cielo se quedó un 23,6% por debajo del promedio de los 25 años anteriores. Como se ha indicado, Córdoba se encamina a quebrar un lustro de años hidrológicos saldados con déficit de precipitaciones respecto a lo que cabría esperar. En ese quinquenio, dichos déficits han sido considerables . Sólo hay que reseñar que el menor saldo inferior se dio en el 19/20: -10,9%. Pero es que hay que tener en cuenta que los años con superávit escasean cada vez más , lo que evidencia un castigo creciente de la sequía. Si se pasan más páginas del calendario, se observa que, en los últimos diez ejercicios completos , sólo una vez hubo balance positivo . Fue en el ciclo 17/18: las lluvias alcanzaron una media de 655 litros por metro cuadrado y la serie histórica era de 619 (+5,8%). Eso sí, el periodo 23/24 tampoco será extraordinario . Un ejemplo de un ejercicio de ese tipo fue el 10/11, cuando en la cuenca cordobesa del Guadalquivir las lluvias medias fueron de 909 litros por metro cuadrado, un 47,8% más que la serie histórica. Los informes de la Confederación dejan bien claro que la clave para la mejoría estuvo en el periodo que comprendió de enero a marzo . Las fuertes lluvias caídas en el tercer mes de 2024 hicieron que ese trimestre se saldara con una media de 428 litros por metro cuadrado cuando lo que cabía esperar de acuerdo a los registros del cuarto de siglo anterior eran 179. Es decir, las precipitaciones se situaron un 139% por encima de la serie histórica al contabilizar 249 litros por metro cuadrado más. Los otros dos trimestres del año hidrológico en curso no resisten la comparación con lo que sucedió en los 25 años previos. En el primero (de octubre a diciembre), las precipitaciones se quedaron un 29,4% por debajo de lo que cabía esperar y en el tercero (de abril a junio) fueron inferiores en casi un 57%. Este ejercicio 23/24 , con los 651 litros por metro cuadrado ya recogidos hasta julio, tiene todos los visos de ir a ser el que tenga la mayor cantidad alcanzada en la última década . A falta de los guarismos de dos meses, ya roza con los dedos la mejor marca, que es la del ciclo 17/18, que se saldó en su global con 655. Con los datos de los diez primeros meses de que se disponen, Córdoba presenta mejores cifras que el conjunto de la demarcación del Guadalquivir . Por estos lares, como se ha reseñado, las lluvias superan a la media histórica en prácticamente un 21%. En el global de la cuenca, el balance también es positivo pero en un porcentaje significativamente menor: un 13%. -588 litros por metro cuadrado recogidos frente a 519-. De las seis provincias de dicha cuenca , Córdoba es la que presenta un mejor comportamiento respecto a la serie histórica -en todas, la lluvia registrada superó a lo que cabía esperar por los precedentes-. El segundo mejor resultado lo presentó Huelva, donde las precipitaciones fueron mayores en un 19% a la media de los guarismos del cuarto de siglo previo. Lo sucedido ha tenido un efecto balsámico sobre los embalses cordobeses de la Confederación del Guadalquivir. A fecha del uno de agosto, están llenos al 32,6% de su capacidad, según los indicadores de la CHG. Eso es el doble del nivel que presentaban en la misma fecha de 2023. En la primera jornada del presente mes, estos pantanos atesoran 1.082,9 hectómetros cúbicos -pueden albergar un total de 3.320,1-. Y 365 días antes la cantidad de líquido elemento que guardaban era de 537,9. Es decir, el agua embalsada , con la misma capacidad, ha crecido un 101,3% . Pero el escenario actual no tiene aún nada que ver con el que se registraba hace una década . En la cuenca del Guadalquivir, también a uno de agosto de 2014, los pantanos de la provincia contenían 2.825,2 hectómetros cúbicos y estaban al 82,8% de su capacidad (3.411,8). Es decir el agua almacenada superaba en un 160,9% a la que se guarda actualmente. Es un indicador del enorme mazazo de los años de sequía.