Con la llegada del verano, miles de madrileños abandonan la capital para disfrutar de sus vacaciones . Algunos eligen como destino la zona del Mediterráneo o la Costa del Sol . También están aquellos que prefieren el norte para relajarse y huir del calor sofocante . Este es el caso de una familia de Madrid . Raquel Torres, la madre, se pasó varias semanas rastreando plataformas inmobiliarias hasta que, por fin, encontró la que parecía la casa perfecta . El idílico chalé, unicado en la localidad de Boiro, La Coruña, ( Galicia ), contaba con un amplio salón con unas preciosas vistas, una cocina moderna, cuatro habitaciones, aire acondicionado y una lujosa piscina . Pero lo mejor no era todo eso, sino el precio . Alquilar el inmueble durante nueve días le costaba 1.800 euros . Raquel no dudó. Reservó y procedió a hacer el pago. Lo que no sabía es que esta acción sería su mayor pesadilla. Raquel Torres cuenta a 'La Voz de Galicia' que quería encontrar el lugar perfecto para pasar las vacaciones junto a su marido y su hijo pequeño. Tras ver este chollo en Internet, no se lo pensó dos veces. «Ya habíamos venido varias veces a Galicia y queríamos volver. Vi este chalé que encajaba en mi presupuesto. Costaba 1.800 euros por nueve noches y no sospeché que fuera una estafa . Ahora me dicen que debería haber pensado que era muy barato , pero es que como todo está tan caro...», señala. La mujer afirma que lleva años utilizando este tipo de páginas web y que siempre le había ido bien. No obstante, para asegurarse de que todo estaba bien, decidió llamar al propietario. « No me lo cogió . Después de intentarlo varias veces, me puse en contacto con la empresa y me dijeron que no había ningún problema, que no tenían ningún protocolo si no se contactaba con el dueño antes de llegar. Solo actuaban si no aparecía a la hora de entregar las llaves», reconoce. Raquel y su marido, aunque estaban «angustiados» e «intranquilos, confiaron ciegamente . Cogieron el coche y, junto a su pequeño, viajaron de Madrid a Galicia. Una vez en Boiro, la familia madrileña siguió la dirección apuntada en la reserva. Allí había una vivienda, pero, según comentan, «no se correspondía con la de las fotos» . «Mi marido es arquitecto y ya dijo nada más verla que no era esa. Pensamos que nos habíamos equivocado y durante veinte minutos estuvimos dando vueltas a la manzana, hasta que nos dimos cuenta de que nos habían estafado », lamenta. De hecho, una vecina les confirmó que el chalé pertenecía a una familia de la localidad gallega que residía allí de manera habitual. Tras ser consciente de la situación, Raquel se puso en contacto con el portal inmobiliario para contarles lo que les había ocurrido. Sin embargo, no fue una tarea nada fácil. «El tiempo iba pasando y no me ofrecían ninguna alternativa o algo que me gustase. Ya veía que no teníamos donde pasar la noche», sotiene. Finalmente, cansados del largo viaje desde Madrid, decidieron pagar una habitación de hotel que quedaba libre. «Ahora me da la sensación de que todo es una tomadura de pelo . Con un niño pequño no vuelvo a asumir ningún riesgo », reflexiona Raquel. En el mes de julio, la Guardia Civil ha detectado un incremento de las estafas de los alquileres estacionales. Por ello, la Benemérita ha avisado a los viajeros : «Es importante desconfiar de los precios demasiado bajos , verificar la experiencia de otros usuarios con el inmueble, investigar los datos proporcionados por el anunciante y no fiarse si exigen un pago rápido».