Este sábado una gran columna de humo puso en alerta a toda la isla, con un incendio forestal de alto potencial declarado en el fondo del barranco de Fataga, una zona de palmeral cerca del pueblo, en la denominada como compleja interfaz urbano-foresal. El agente de vigilancia destinado a la torreta ubicada en el Pico de la Gorra avisó rápidamente, mientras el sistema de cámaras y la sala de control de Alertagran permitió tenerlo monitoreado desde el primer minuto. Todo quedó en un susto. Pocas horas después el incendio de Fataga ya estaba controlado, gracias a la contundente acción de los medios de extinción, y también por una decisión tomada dos años antes. Entre los meses de marzo y mayo de 2022, la Unidad Phoenix que forman un capataz y cuatro operarios actuó en el Palmeral de La Solana en el cauce del barranco de Fataga en labores de poda, desbroce y triturado de hojas de palma y caña. Se realizó la poda de 11 palmeras. Además, se contó con refuerzo durante varios días de unidades Presa y Bravo de la Unidad Operativa contra en la actuación contra la caña, especialmente en aquellos lugares de más difícil acceso. Esta actuación ha sido clave para que el fuego no arrasara con el núcleo de población , a lo que se sumó la falta de viento, haciendo posible que el potencial inicial del incendio, estimado inicialmente en más de 600 hectáreas con riesgo de penetrar en Inagua en caso de descontrol del incendio, lo que supondría más de 2.000 hectáreas. El alto riesgo quedó en 18 hectáreas afectadas, que fueron delimitadas y controladas el mismo día. «Estas actuaciones, sobre las que no han tenido repercusión y que son desconocidas u olvidadas por algunas personas, han sido determinantes para evitar la tragedia en este caso del incendio de Fataga», ha señalado el consejero insular de Medio Ambiente, Raúl García Brink. Se suele decir que los incendios de verano se apagan en invierno, y es que la prevención marca la diferencia. En 2022 en Gran Canaria se actuó en una superficie de 6.300 m2 y el volumen de astillado fue de 608 estereos, es decir, 608 metros cúbicos. El material triturado fue aprovechado por agricultores de la zona, conocedores y partícipes en las labores de limpieza del cauce y retirada de material combustible. Entre los meses de marzo y mayo de 2022, se actuó en La Solana, Fataga, Eucaliptos de Tecén y barrio de Tecén (Valsequillo) y Acebuche de San Lorenzo; Casco urbano Santa Brígida, Ayagaures en San Bartolomé de Tirajana y La Herradura en Telde. Además, se realizó un Informe Geotécnico Drago de Pino Santo. La próxima actuación se realizará en el mes de octubre del presente año, en el palmeral de Casas Blancas en la cuenca de Tirajana. Estos equipos, han venido trabajando en La Sorrueda y en otras zonas, como la actuación que tuvo lugar recientemente en el palmeral del Campus de Tafira en la ULPGC, realizando retirada de hojas de palmera, podas, limpieza de cañaverales, triturado y entrega como abono para los agricultores. Estas actuaciones se vienen ejecutando desde 2021, comenzando en Moya, en el palmeral de Los Dragos, en Ayagaures y otros puntos de la cuenca de Tirajana como el Ingenio de Santa Lucía, Palmeral del Valle, El Charco en barranco de la Cagarruta y La Sorrueda, que ha sido la actuación de mayor extensión realizada hasta ahora.