El Partido Popular presentó ayer su propio plan migratorio que llevará al Congreso de los Diputados en septiembre y que incluye medidas que se contraponen a la «inacción» y el «buenismo» del Gobierno de Pedro Sánchez y la «xenofobia» de Vox . Fueron las palabras que empleó la vicesecretaria de Políticas Sociales del PP, Ana Alós, profundizando en la brecha que se abrió en julio entre ambos partidos en torno a la política migratoria y que desencadenó la ruptura en todos los Ejecutivos autonómicos en los que gobernaban en coalición. Los de Santiago Abascal no han callado ante lo que consideran un ataque directo del PP por su decisión de acoger a menores inmigrantes en esos territorios. En respuesta a la noticia publicada por este diario, que informó ayer de la batería de propuestas que defenderán los de Alberto Núñez Feijóo en la Cámara Baja, Vox ha reprochado el « teatro bipartidista» que, según creen, escenifican PP y PSOE ante la crisis migratoria que sufren las costas españolas, cuyas instalaciones de acogida se ven desbordadas en estos meses estivales, de meteorología más favorable para el flujo de los cayucos. «El buenismo del Gobierno es el mismo buenismo del PP porque sus políticas comunes de fronteras abiertas están causando daños irreparables a los españoles», ha criticado la formación en una publicación en X (antes Twitter). Vox acompaña el mensaje con un montaje fotográfico en el que expone los pactos alcanzados entre el Gobierno de Sánchez y el PP en los últimos meses, como el acuerdo que ambos sellaron en junio para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) después de cinco años y medio. «Estos señores (Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo) pactan y se reparten», han señalado los de Abascal en X, enumerando, entre otros asuntos, el reparto limitado de menores inmigrantes no acompañados (conocidos como menas) o la iniciativa legislativa popular para la regularización extraordinaria de alrededor de 500.000 extranjeros que residen en España, cuya tramitación parlamentaria inició en abril tras el visto bueno de todos los grupos parlamentarios salvo Vox. En opinión de la formación derechista, «no hay mayor insulto que la estafa permanente que representan» tanto socialistas como populares, con la crisis migratoria, otra vez, en el centro de las discrepancias en la derecha. En esta ocasión, desde el PP proponen una serie de medidas como el aumento de agentes de Policía Nacional y Guardia Civil en las fronteras, el despliegue de Frontex o la creación de un fondo de contingencia a disposición de las comunidades autónomas para la acogida de menores no acompañados. Todo con el objetivo de aportar «una visión y un abordaje integral».
