Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ya forman parte de nuestro día a día en muchas ciudades de España, destacando, sobre todo, Madrid y Barcelona. Estas existen para restringir el acceso, estacionamiento y cierculación de ciertos vehículos, con le objetivo de mejorar la calidad del aire en áreas específicas. Con la Ley 7/2021 del Cambio Climático y Transición Energética , se fijó que los municipios de España que superasen los 50.000 habitantes debían establecer Zonas de Bajas Emisiones aunque, por el momento, son pocos los lugares que se han adaptado a esta normativa, por el momento. Para establecer qué vehículos tienen permitida su entrada a dichas zonas o cuáles no, desde la Dirección General de Tráfico (DGT), se estableció en 2016 la clasificación de vehículos por distintivos medioambientales , los cuales se rigen en función del tipo de combustible con el que funciones y el año de matriculación. Estas clasificaciones se identifican mediante etiquetas ambientales, existiendo, de más a menos eficiente, la '0 Emisiones' de color azul, la Eco verde y azul, la C de color verde, la B de color amarillo y la A, que en realidad equivale a no tener derecho a etiqueta distintiva. Cada año, las ZBE son más restrictivas y se van descartando tipos de vehículos y etiquetas según determinados requisitos. Centrándonos en los que tienen la etiqueta amarilla, la B , esta se destina a turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde el 1 de enero de 2001 y diésel a partir de 2006. Vehículos de más de 8 plazas y pesados tanto de gasolina como diésel, matriculados desde 2006. Aunque por el momento en la mayoría de ocasiones los vehículos con etiqueta B pueden acceder a las ZBE, existen zonas de especiales donde es obligatorio que aparquen en parking públicos o privados. Además, está previsto que para 2026 este tipo de vehículos queden vetados en zonas de Madrid y Barcelona, principalmente. Según la web del RACE, en la ciudad catalana: «En su Plan de Calidad del Aire que todavía está ultimando ha anunciado que el 1 de enero de 2026 se prohibirá la circulación en las ZBE a los coches diésel con etiqueta B». Si eres uno de los portadores del distintivo B y quieres evitar que se apliquen las retricciones propias de tu etiqueta de aquí en adelante, existe una forma de pasar de B a C en un mismo coche , algo que muchos desconocen y que puede hacer que podamos utilizar el mismo vehículo varios años más para conducir por zonas de bajas emisiones. Tal como indican desde 'Centímetros Cúbicos' para llevar a acabo este truco debemos comprobar la normativa anticontaminación que cumple el propulsor, algo que podemos hacer mirando la ficha técnica del vehículo o consultando al fabricante. Esto consiste en ver si el motor del coche cumple con la normativa anticontaminación como la Euro 4, más restrictiva que la Euro 3 que se exige como mínimo para obtener el distintivo B. Según el medio citado: «Esta misma posibilidad de cambio se aplica a los coches diésel que, estando matriculados antes de septiembre de 2015, hagan uso de un propulsor que cumple con una normativa anticontaminación Euro 6 o superior». Para llevar a cabo estos cambios habrñá que pagar algunos costes y realizar dos trámites: cuando ya hemos comprobado que se cumplen los requisitos para solicitar el cambio de etiqueta de B a C , debemos ir al concesionario donde pediremos un certificado de conformidad. Cuando lo tengamos, podremos acudir a una oficina de la DGT donde solicitar el cambio de etiqueta y que el organismo registre dicho cambio en la base de datos necesaria. Así, ya podremos quitar de nuestro coche la pegatina amarilla y cambiarla por la verde con la C. Lo que gastes en hacer este cambio se verá recompensado al poder acceder a ZBE con restricciones concretas, así como estirar más el uso de tu coche en los próximos años. Además, incluso se pueden conseguir bonificaciones en el aparcamiento regulado o descuentos en algunos pagos como los del impuesto de circulación, por ejemplo.