Arrancó ayer oficialmente la actividad en las Cortes de Castilla y León, aunque las vacaciones estivales aún se dejaron notar en forma de bajas en las reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces , las primeras del curso político que sirvieron, en esta ocasión, para reorganizar el reparto de las iniciativas parlamentarias una vez que Vox se ha convertido en grupo de la oposición tras su salida del Gobierno autonómico. No hubo representación del Grupo Mixto (tres procuradores), tampoco estuvo el portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, -es habitual que delegue en los adjuntos- y en las filas del PP siguen sin dar a conocer al elegido para ser su jefe de filas tras la marcha de Raúl de la Hoz a la Eurocámara. Dos reuniones que sirvieron para fijar el calendario de plenos del nuevo periodo de sesiones (ocho hasta que finalice el año), de forma que el más inmediato será el martes 10 de septiembre. Pero, sobre todo, permitieron poner las cartas sobre la mesa para el nuevo ciclo político en el que los de Abascal ya han advertido, como han hecho durante todo el verano, que «Vox no va a apoyar gratis al PP» , mientras que los aludidos replican que no tienen «socios preferentes» y ofrecen «mano tendida» al resto de formaciones. Los socialistas, para los que la procesión va por dentro tras el estallido del caso Cepa , se mantienen por la linde y consideran que nada ha cambiado y PP y Vox «siguen siendo lo mismo, con los mismos 'tics' de ultraderecha y fascismo», señaló Patricia Gómez . Así que con este escenario, el foco está puesto en cómo van a ser las relaciones entre quienes eran hasta julio socios en el Gobierno autonómico. La formación saliente estrena portavoz y el exvicepresidente de la Junta Juan García Gallardo coge las riendas del Grupo Parlamentario. Ayer compareció tras las reuniones de la Cámara con el papel de oposición ya interiorizado, lo que se traduce en que cada pleno harán una pregunta al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco , y cuatro a los consejeros. Además, ya advirtió a los populares de que no contarán con su apoyo «si hacen políticas de izquierda a favor del PSOE» y no apuestan por la «útil y responsable de Vox». «La incógnita es qué va a hacer el PP, si satisface a su electorado natural o va a seguir dando satisfacción al del PSOE», añadió. De momento, García-Gallardo anunció que la actividad de su grupo en el siguiente periodo de sesiones estará centrada en la política migratoria y en «promover un modelo serio y responsable que ataque el efecto llamada que favorece la actividad de las mafias« . Con este asunto presentarán una «batería de iniciativas» porque «es algo que afecta a todo; economía, servicios sociales, las calles...». Por ello avanzó que «la migración va a ser una cuestión nuclear para dar nuestro apoyo al PP y si siguen fomentando la ilegal va a ser imposible que apoyemos sus proyectos ». Proyectos entre los que se incluye el más importante del año, el de presupuestos, ya en fase de elaboración, pero que no contarían con los votos de los de Abascal si no hay actuaciones por parte del PP «contra la inmigración ilegal y las mafias». «Sería incoherente que nos salgamos del Gobierno por este asunto y luego apoyemos los presupuestos», zanjó el portavoz de Vox, por lo que advirtió a los populares de que «la única posibilidad para mantener la legislatura es buscar el apoyo de Vox o del PSOE». En el Grupo Popular ya se tiene asumido que «comenzamos un curso diferente», reconoció el portavoz adjunto Miguel Ángel García Nieto , de forma que en su carta de presentación está «la intención de llegar a acuerdos con todos los grupos en todas las iniciativas». «Sin socios preferentes», insistió, al tiempo que pidió a los de Abascal que «antepongan los intereses de Castilla y León a los mandatos de Bambú», en referencia a la calle en la que se encuentra la sede nacional de Vox. «Esperamos que sigan manteniendo los puntos de acuerdo y en los que no, habrá disensión», añadió. En cuanto a la condición puesta por sus exsocios de compartir políticas migratorias a cambio de apoyo parlamentario, García Nieto reiteró la necesidad de que cualquier decisión «no sea por imposición, sino por consenso» y pidió una vez más a Pedro Sánchez la convocatoria de la Conferencia de Presidentes para abordar este asunto. En las filas socialistas no parece que vaya a cambiar nada en el curso político que arranca, más allá de su reorganización interna. Su discurso se mantiene en insistir en que «Gallardo y Mañueco siguen siendo lo mismo» , en palabras de Patricia Gómez, por lo que «no espero nada». También el portavoz de Soria ¡Ya! Ángel Ceña , coincidió en que tras la salida de Vox del Gobierno autonómico «nos gustaría pensar que ha cambiado algo, pero tengo serias dudas». No las tiene, en cambio, en apuntar al que será su objetivo para los próximos meses: sacar adelante la proposición de ley para frenar la despoblación, ya que este asunto «no ha sido una prioridad ni para PP ni para PSOE».