El concierto económico suscrito por PSC y ERC para hacer presidente a Salvador Illa, con el visto bueno del Gobierno de España, va incluso «contra el muro» que Pedro Sánchez se comprometió a levantar en su discurso de investidura. Alberto Núñez Feijóo ha arrancado el curso político a lomos de un caballo que cabalga no solo en los territorios gobernados por el PP, sino que también encuentra cabida en feudos socialistas: el aparente privilegio concedido a Cataluña para la gestión de sus ingresos tributarios. Desde la carballeira de San Xusto, en el corazón de la provincia de Pontevedra y ante alrededor de dos mil simpatizantes, el líder de la oposición ha asegurado que «con el cupo separatista, gobierna también contra los suyos, contra aquellos que le votaron, contra los verdaderos socialistas» , además de contra los ciudadanos de las comunidades gobernadas por el PP. «Sánchez quiere ciudadanos de primera y de segunda», ha insistido Núñez Feijóo, que ha erigido al PP como «el cobijo, la defensa y el amparo» de los españoles «que pagarán la cuenta» del presidente del Gobierno. Así, ha avanzado que el próximo viernes los mandatarios autonómicos del PP, junto con la dirección nacional del partido, «renovaremos este compromiso» por la igualdad entre territorios. «No sé cómo acabará el PSOE, pero tiene pinta que como siempre, con la purga de todo el que le tosa» a Sánchez , apuntó en referencia al anuncio del adelanto del congreso federal de los socialistas para el próximo noviembre. Feijóo ha remarcado que «seguiremos defendiendo lo que dejó de defender el PSOE, la igualdad frente a los privilegios». El líder nacional del PP encontró aquí plena sintonía con el presidente gallego, Alfonso Rueda , que en su intervención ha sentenciado que «la solidaridad y la igualdad son sagradas». «España es muy plural y diversa y todos tenemos que defender lo que nos interesa en cada territorio», pero eso «es compatible con lo que nos interesa a todos. Van a intentar dividirnos, pero no nos conocen» , ha apuntado. Galicia no solo no admitirá «ningún tipo de discriminación», sino que «seremos los primeros en garantizar que no se tome ninguna decisión que perjudique al conjunto» de los territorios. «Esperamos que los compañeros socialistas sean consecuentes y estén a la altura cuando llegue el momento», ha lanzado Rueda en forma de dardo a García Page o Adrián Barbón. Alberto Núñez Feijóo ha cargado con dureza contra un Gobierno «que sobra, que esta de más, y lo saben ellos y también una mayoría de españoles», y que «se aferra» al poder «dando lo que no es de ellos para permanecer unos meses más». «Dimitir y convocar son los dos únicos verbos que deberían conjugar quienes mienten por sistema» , ha afirmado, «pero para dimitir y convocar hay que tener un mínimo de integridad y dignidad, y esta se quedó a las puertas de la Moncloa desde el primer día que las traspasaron». Feijóo no ha mencionado los casos de corrupción que salpican a la Presidencia del Gobierno. Pero ha respondido veladamente al ruido generado en las últimas semanas alrededor de las adjudicaciones a la empresa en la que trabaja su hermana. «Digan lo que digan, me da igual; pienso decir alto y claro lo que quiero para mi nación», ha proclamado, «no le debo nada a Sánchez, defenderé a mí país con todas las consecuencias», y ha corregido a «aquellos que confunden la moderación» en la crítica «con la sumisión». «No dejé Galicia para ser cómplice de los disparates que vivimos en España , no pondré treinta años de servicio público al servicio de un presidente que solo se sirve a sí mismo». El presidente del PP ha abordado la cuestión migratoria, exigiéndole a Pedro Sánchez «que se siente con el primer partido de España, que se siente con la UE y se tome este problema como un adulto», porque «de nada sirven las giras vacías ni los shows», ni atender «a unos palmeros que aplauden una cosa y su contraria». Sánchez «ha acabado su gira como le dijimos que tenía que empezarla» , atacando «a las mafias que trafican con personas». «Basta ya de demagogia y de tomarle el pelo a todo el mundo siempre», porque la inmigración irregular «es un problema de primera magnitud» y el Gobierno «está generando una crisis sin precedentes» . Por último, Feijóo se ha preguntado cuánto pesaban «aquellas maletas» de Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas «o si Zapatero y el PSOE le deben algo al régimen de Maduro» para que el Gobierno no reconozca a Edmundo González «como ganador legítimo de las elecciones en Venezuela». «Es el que ha obtenido la mayoría de los votos de su pueblo, y le exijo al Gobierno que lo diga, lo defienda y lo lidere en la UE y en la comunidad iberoamericana».