El final del verano invita a la melancolía. Cierran los chiringuitos, el sol ya no se escapa tan tarde, vuelven la clase y la oficina, los tenistas se baten entre la amenaza de gota fría en un rincón de Queens, Nueva York. Nadie quiere que se acabe el verano. Mucho menos Paula Badosa , que se ha reencontrado con la mejor versión de sí misma en el último mes y medio. En el bochorno de esta orilla del Atlántico , sobre el cemento azul y con la pelota rápida que tanto le incomodaron, la tenista española ha recuperado su mejor tenis. Este domingo, arrolló con contundencia a la china Yafan Wang (6-1, 6-2) y logró el billete para cuartos de final del US Open. Con la victoria, Badosa ya ha conseguido al menos igualar su mejor actuación de siempre en un 'grande': logró llegar a cuartos en Roland Garros de 2021 . En aquel momento, Badosa apuntaba a figura del tenis. Había combatido problemas de depresión, de ansiedad. Al año siguiente escaló hasta el número dos del mundo . El ascenso lo interrumpió una lesión de espalda a comienzos de 2023. Aquello la hundió en el ranking e incluso hizo peligrar su carrera. Sin embargo, la tenista no se echó atrás. Esta primavera partía desde el número 140 del mundo y ha escalado puestos con decisión . No fue a los Juegos Olímpicos de París y se centró en la temporada de pista dura de EE.UU. Ganó en Washington , llegó a semifinales en Cincinnati y se ha plantado en Nueva York con la raqueta afilada. Lo demostró ante Wang, una tenista rocosa, con la que ya se midió en 2019, y salió derrotada. La china puso el tono del partido en un juego inicial muy duro , que se alargó nueve minutos, en medio de una humedad asfixiante . La española buscó mandar con su juego agresivo, pero Wang era un muro que devolvía todo. Pegaba y pegaba Badosa , pero la pelota volvía siempre a su campo. Fue un examen terrible que la española pasó con nota. Tuvo piernas para correr cada bola , cabeza para no desesperarse en los peloteos que le forzaba Wang y brazo para tirar cañonazos que inclinaron el partido a su favor. Uno de ellos, un 'passing' de revés paralelo en carrera , maravilloso, para romper el saque de Wang por primera vez. Otro para cerrar el primer set, también de revés, incontenible. Uno más, un resto fabuloso, también de ruptura de saque, con el que se abrió a su derecha y mandó la pelota, inalcanzable, de esquina a esquina. Como en todo el torneo, Badosa sacó muy bien. Como no tenía a la afición acostumbrada desde hace mucho tiempo, s e creció en los momentos difíciles , cuando Wang le forzó bolas para romper su saque. «El partido empezó siendo una batalla», dijo una Badosa exultante, desde la pista, nada más acabar el partido. «Recuerdo que habían pasado 17 minutos y solo llevábamos dos juegos. Había muchísima humedad y creía que me iba a morir aquí. Pero iba a valer la pena. Me puse a pensar: 'Vale, ella es muy dura, pero yo lo soy más». «Hace unos meses estaba pensando dejar este deporte porque dejé de creer en mí y no mejoraba mi lesión», dijo sobre los momentos más duros que vivió durante su recuperación. «Así que estar de vuelta entre las mejores del mundo es un sueño hecho realidad». Así es: la victoria abre la puerta a Badosa al lugar que muchos, ella la primera, consideran que pertenece, el de los grandes escenarios del tenis mundial. Este martes jugará su partido de octavos, con toda probabilidad, en Arthur Ashe , el mayor recinto de tenis del planeta. Será ante un hueso duro de roer: la ganadora del partido de octavos entre las estadounidenses Coco Gauff y Emma Navarro . Que no se acabe este verano.