Los barones del Partido Popular se han reunido para hacer frente al concierto catalán. Ha sido en el madrileño palacete de los Duques de Pastrana donde los presidentes de las once comunidades y las dos ciudades autónomas que gobierna el PP se han citado para formalizar, con foto de familia incluida, su rechazo al nuevo modelo de financiación autonómica que propone el Gobierno en el marco de cumplir lo pactado con Esquerra Republicana de Cataluña. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha fijado las bases de su postura que ha quedado ratificada con la firma de estos 13 líderes regionales que han suscrito que «lo que es de todos se negocie entre todos». Así los populares insisten en la necesidad de convocar la conferencia de presidentes si de lo que se trata es de cambiar el modelo de financiación autonómica . Todas las miradas se tornaron a Isabel Díaz Ayuso cuando, uno por uno, los presidentes regionales han salido a apuntalar las palabras de su líder. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha comenzado «desmintiendo» la ya repetida frase del presidente del Gobierno «España va como un cohete» , y hace una radiografía menos optimista del estado de la caja común que Pedro Sánchez «quiere regalarle a los independentistas». «El bolsillo de los españoles no se puede estirar más», y con ese mismo tono de crítica se reitera en su postura de no acudir a reuniones bilaterales, entre el Ejecutivo y las comunidades autónomas, para «caer en el engaño» y apela también a ese cónclave de presidentes autonómicos que lleva dos años sin convocarse, «Mientras no haya conferencia de presidentes no vamos a caer en la trampa de Sánchez de ir uno por uno a hablar sobre cuestiones», asegura la presidenta, que conciernen «a todos los españoles». «Nos quiere convocar uno a uno para prometernos un dinero que no tiene, mientras construye el Estado catalán». Así, Ayuso declina la posibilidad de reunirse con el presidente del Gobierno para hablar sobre financiación autonómica, pero deja en el aire asistir a la Moncloa para tratar otras cuestiones como «la creciente inseguridad o la crisis migratoria», entre otras adversidades que pueden estar encarando las distintas comunidades autónomas. Contrasta con la opinión del presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, quien ha asegurado que está «dispuesto a hablar con todo el mundo, incluído con el presidente del Gobierno, pero no vamos a entrar en chantajes ». Mantra que se repite entre los populares, nada de chantajes «no nos conformamos con las sobras», aunque estas sean abundantes, tal y como ha apuntado el presidente gallego, Alfonso Rueda, quien ha asegurado que aunque los restos del «banquete para Cataluña», sean abundantes -refiriéndose a esos 800 millones de euros que ha anunciado Sánchez para las comunidades- «no vamos a pelearnos por las sobras». «Ya sea condonación de la deuda, cupo catalán o trato preferente, nos oponemos frontalmente, no es una cuestión de dinero, es una cuestión de principios», ha sentenciado el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. El castellanoleonés ha arremetido con el Gobierno por comparar lo que se pretende a hacer con Cataluña en materia fiscal con las fiscalidad diferenciada de territorios com o Soria, Teruel o Cuenca . Territorios que, según afirmaba Mañueco, gozan de un trato distinto por su baja densidad de población, afea entonces el presidente que el Gobierno trate de hacer esos símiles y les achaca «tratar de tapar sus vergüenzas» haciendo una comparación «que nada tiene que ver» con el concierto catalán. Quien tiene claro que acudirá a Moncloa a tratar cuestiones más allá de la financiación es el murciano López Miras, quien pide al presidente del Gobierno «abandonar la demagogia» , y reprime al Ejecutivo que lleva más de un lustro en la Moncloa que «ha tenido seis años» para tratar la cuestión de la financiación autonómica. Quiénes acudirán al palacio de la Moncloa a reunirse con el presidente es una cuestión que los presidentes han dejado en el aire, pero en lo que todos coinciden es en esa frase que ha pronunciado Feijóo en su discurso y que ha repetido Ayuso en varias ocasiones, «vamos todo a una» , decía la presidenta. Los trece presidentes reclaman ese cónclave de autonomías y quieren negociar sobre la caja común y otras cuestiones, como la inmigración, «a plena luz y con taquígrafo», finalizó la presidenta madrileña.