Siempre atento a todas las realidades de Córdoba, el obispo, Demetrio Fernández , pidió por los más necesitados en presencia de Nuestra Señora de la Fuensanta, Patrona de la ciudad, en el santuario. «Le pido por todos los pobres de nuestra ciudad: los que no tienen trabajo, sufren enfermedad o que no tienen casa». Recordó sus visitas recientes a los barrios más pobres y, más allá de estos, a los catorce asentamientos de «gente que no tienen casa ni tierra donde ponerla: más de 600 personas, vecinos de esta ciudad, los pobres más pobres. Se me ha grabado en el alma: niños, jóvenes parejas, situaciones muy extremas: sin agua, sin luz, sin nada. Y son conciudadanos», dijo, durante la homilía. En la misa de la solemnidad de la Virgen del Fuensanta tuvo en mente este domingo a estas personas para «que podamos generar convivencia, igualdad, justicia y paz». Previamente, el prelado rogó «especialmente por las autoridades, por todos los proyectos que van saliendo adelante, pongo como ejemplo la Base Logística , obra emblemática». La eucaristía, repleta de devotos de la Virgen, fue concelebrada por el Cabildo Catedral y contó con los cantos del Coro de la Catedral de Córdoba. De nuevo, como en la del día anterior en la Catedral, hubo representación institucional del alcalde y el presidente de la Diputación, y de autoridades civiles y militares. También asistió el presidente de la Agrupación de Cofradías, Manuel Murillo , que juró su cargo el sábado en la Catedral ante la imagen que es también Patrona de este organismo. Sobre el paso permanecía la Virgen de la Fuensanta, tras la pletórica jornada de la procesión de regreso a su casa. Demetrio Fernández recalcó que el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen María, en Córdoba es solemnidad, cuando «Córdoba entera se rinde ante la Virgen de la Fuensanta». Intactas estaban aún las rosas blancas y los nardos para el día en que recibe miles de visitas de los devotos de su barrio y de la ciudad al completo. «Es el día de nuestra Madre, Patrona de Córdoba y protectora, como Madre, de todos sus habitantes», dijo monseñor Fernández. Acerca de la imagen recalcó que en Ella «se cumple esa pequeñez» e humildad que tuvo María: «Seguramente, es de las más pequeñas de la provincia de Córdoba», dijo, referencia a su tamaño. La Virgen se apareció en el año 1420 acompañada de los Mártires de Córdoba san Acisclo y Santa Victoria y fue coronada en 1994 , como se recordó en la monición de entrada. La devoción popular nace en el siglo XV y llega viva hasta la actualidad.